Os enseñé hace unos días cómo estoy preparando la terraza para aprovecharla al máximo la primavera, y a cuenta de la puerta que quería cambiar de color, aprovecho a hablaros de cómo pintar metales, especialmente en exteriores. ¡Os enseño el antes y después de mi puerta y ahora os cuento el proceso!
Antes y después de la puerta de exterior
Paso 1: Limpia la superficie a pintar
Como siempre insisto, una parte muy importante del trabajo es preparar la superficie a pintar. Y el paso primero de esa preparación es la limpieza. Además de usar un estropajo con agua y jabón, yo suelo usar después acetona para una limpieza más profunda. En mi caso limpiar la puerta casi me ha llevado más tiempo que pintarla, porque el vecino hizo una obra que me dejó un polvillo rojo por toda la terraza…
Limpiar la superficie, primer paso
Paso 2: Tratar el metal si está oxidado o con pintura levantada
En mi caso la superficie estaba estupenda y no tenía que aplicar ningún tratamiento especial, pero a menudo cuando vamos a pintar metales que han estado expuestos en el exterior, encontramos pinturas descascarilladas o partes oxidadas. Si la pintura se ha levantado, utiliza un cepillo de cerdas metálicas para eliminar las partes en las que no está bien adherida. Si lo que nos encontramos es óxido, habrá que lijar la superficie para eliminarlo y aplicar un tratamiento antióxido o utilizar pinturas específicas para superficies oxidadas, que cortan el proceso de oxidación. Otro día os cuento más en detalle fórmulas para librarnos del óxido de los metales.
Paso 3: proteger lo que no queremos pintar
Con cinta de carrocero para el perímetro y los detalles y plásticos para el suelo, protegemos todo lo que no queremos que se pinte para evitar que se nos vaya la mano. Recuerda presionar bien el borde de la cinta para que quede bien pegado y no se cuele la pintura por debajo, y si la superficie es irregular, mejor usar cintas como la de la foto de washi de Miarco, que pegan mejor y no se llevan la pintura de debajo.
Colocar la cinta de carrocero y plásticos para proteger
Paso 4: Imprimar y pintar metales
Ahora ya toca ponernos con las manos en la masa. Lo primero, dependiendo de la pintura que utilices puedes necesitar una capa previa de imprimación para que fije mejor la pintura. En mi caso, he sido muy cuca y he cogido una pintura para exteriores al agua que no necesita de imprimación y es resistente a los rayos UV y a la intemperie.
Para aplicar la pintura correctamente hay que tener siempre en cuenta el sentido del dibujo de la superficie a pintar. Así, seguiremos siempre el patrón que nos marca: por ejemplo en mi caso, en los casetones que conforman la puerta aplicaré la pintura horizontalmente en la parte superior e inferior y verticalmente en los laterales. Y como siempre repito, no hay que usar mucha pintura: mejor más capas finas que una gruesa.
Pintar en el sentido del dibujo
Paso 5: Dejar secar y repetir si es necesario
Dejamos secar la primera capa de pintura, y dependiendo del resultado, repetimos el proceso de pintado con otra capa para conseguir un acabado perfecto y cubriente que proteja el objeto de metal y nos dure muchos más años en perfecto estado.
Pintar metales – Preparar con cinta de carrocero y plásticos
¡Tantatacháaaaan! Ya está la puerta lista, y yo, mientras se secaba, he aprovechado a pintar también un armario de PVC (mi pintura es para metales, PVC y madera en exteriores) de esos que tenemos todos en las terrazas (y que son feos, feos, feos). Así al menos estarán igualados de color.
Y una vez seca… ¡puerta lista! Así resaltan más los casetones, y se calentará menos por la mañana en verano, que con el color negro de antes se convertía en un radiador! ¿Os gusta?
La puerta después de pintarla.
¿Os ayudan los pasos para pintar metales? Espero que sí, pero si tienes cualquier duda, ¡déjamela en comentarios!
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