Foto:geir tønnessen/Flickr
Aprender a reparar tus paredes de la casa es sumamente necesario. Los motivos por los que pueden aparecer son muy diversos; el paso del tiempo, un mal mantenimiento, un uso inapropiado, etc. En ocasiones es inevitable que salgan; una mala edificación resiente la estabilidad de las paredes, o su propia ubicación es causa de su deterioro; los muros exteriores, por ejemplo, sufren más los golpes y la humedad. En el mercado existen muchos productos que nos ayudan a reparar estas pequeñas fisuras. Conoce los trucos y los materiales necesarios para restaurar tú mismo las paredes de tu hogar.
Antes de reparar las grietas tenemos que tener en cuenta la superficie sobre la que se han producido, la profundidad de la fisura y dónde se localiza la pared. De estos factores, dependerá el material que utilicemos y el tratamiento que llevemos a cabo en la reparación.
* Superficie: hormigón, ladrillo, yeso, madera, piedra, cemento, paredes porosas, impermeables, etc.
* Localización: techo, suelo, pared, interior o exterior.
* Grietas: profundidad y tamaño.
Foto: Andy Franklin/Flcikr
Un producto para cada tipo de grieta
Para grietas pequeñas: utilizaremos una masilla tapagrietas preparada para aplicarse directamente en la hendidura. Muchos de los productos que se comercializan se secan rápido y esto te permite reparar las imperfecciones que quedan tras la restauración en poco tiempo. También puedes hacer tú mismo la masa con cemento blanco y agua. Antes de adherirla, cerciórate de que la mezcla ha tomado cuerpo y no tiene grumos.
Para grietas grandes: podemos aplicar de nuevo una masilla universal; en este caso, la que compremos estará preparada para cubrir y rellenar grietas y agujeros de más de 10 cm. de profundidad. Otra opción es utilizar bandas tapagrietas. Son más sencillas de aplicar aunque su precio es más caro. Las encontrarás de dos tipos: autoadhesivas o aquellas que necesitan de una mezcla de yeso que servirá como aglutinante.
Según el material: si es madera la superficie que tenemos que reparar, existen masillas especiales en diversos tonos. Si el agujero es muy grande, lo mejor será reponer la pieza o bien utilizar un trozo de la mismas dimensiones con el que hacer un parche. Para el cemento y el ladrillo utilizaremos los materiales originales, reparadores de resina e incluso incluiremos productos anticorrosión si queda algún objeto metálico al aire. La masilla universal y las bandas son las más apropiadas para la escayola y el yeso, ya que la mayoría de estas mezclas son blancas.
Si vamos a pintar o revestir tras la restauración: es importante tener este aspecto en cuenta porque de esto variarán los materiales que utilicemos y determinará el coste de la reparación. Si el ladrillo va a quedar al descubierto, tan sólo necesitaremos hacer una mezcla de barro con que cubrir el hueco. Pero si pensamos pintar o empapelar la pared después, tendremos que usar unos reparadores especiales y, por supuesto, lijar y limpiar muy bien la zona para que tanto la pintura como el papel se adhieran perfectamente.
El proceso es muy sencillo. Ya sea con la masilla como con las bandas, reparar las grietas no te traerá mucho trabajo. Conviene que tengas en cuenta las dimensiones de la fisura, si es muy grande y profunda, o el hecho de que reaparezcan periódicamente. En estos casos, lo más aconsejable es que acudas a un especilista, ya que él sabrá repararla correctamente y conocerá las causas del resquebrajamiento. Existen zonas más propensas de que surjan esta grietas porque sufren constantes movimientos o vibraciones; las que están cerca de una puerta, por ejemplo.
Aplicamos la masilla: Una vez hayas tenido todos los factores anteriores en cuenta y escojas el producto que mejor se adecua a tu problema, hazte con los herramientas que vas a necesitar para la restauración: espátula y lija. Puedes utilizar dos espátulas; una para contener la masilla, como bandeja, y otra con la que tapar la hendidura; procura que sus dimensiones sean mayores que las del agujero, que estén limpias y secas.
Foto: Windell Oskay/Flickr
Los pasos que debemos seguir: limpia la zona donde vas a trabajar. Déjala libre de grasa y de restos que puedan dificultar la adhesión del tapagrietas. Agranda la hendidura y moldéala en forma de 'v' para que te resulte más sencillo insertarlo en el hueco. Introduce con la espátula la masa poco a poco para que vaya ocupando todo el interior, sin dejar pequeñas cámaras de aire, y presiónala bien para que coja cuerpo y quede compacta. Procura que no se seque, así que remuévela mientras trabajas y, si es necesario, humedécela un poco.
Déjala secar. Si tuvieras que aplicarle dos capas (por sus dimensiones o profundidad), tendrás que esperar a que la primera mano se seque bien y luego añadir la siguiente. Cuando se haya secado todo, nos ayudaremos de la lija para quitar los restos. Dejaremos la zona bien pulida e intentaremos que la restauración pase totalmente desapercibida. Si somos cuidadosos, no nos costará mucho trabajo. Además, como hemos dicho antes, es importante que la superficie no presente irregularidades si pretendemos pintarla o empapelarla.
Banda tapagrietas: son muy sencillas de colocar. Toma la medida de la fisura y trasládala a la banda. Si es autoadhesiva no tendrás más que quitarla la cobertura que protege el pegamento y cubrir con ella la hendidura. Hay otras que vienen en forma de gasa. El empaste para adherirla a lo pared la haremos nosotros mismos utilizando un poco de yeso. Por lo demás, el procedimiento es el mismo.
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