Es cierto que debemos tener un poco más de cuidado que cuando hacemos cualquier otro agujero en la pared. Sin embargo, para aquellos que se atreven, les daré hoy unos trucos sencillos para perder el miedo y puedan taladrar un azulejo correctamente.
Para proteger el azulejo que vamos a taladrar debemos, en primer lugar, picar con una punta o punzón y un martillo el lugar exacto dónde irá el agujero, muy suavemente. Lo justo para poder retirar la primera capa del azulejo. Ésta capa es la que suele resbalar el taladro por lo que retirándola conseguiremos un buen punto de apoyo.
Después de este paso, para conseguir taladrar un azulejo correctamente, debemos poner en el resto de superficie cinta de carrocero, que absorbe muy bien las vibraciones que se producen en el momento de efectuar el taladro. Así conseguiremos que no salgan grietas. Por último ponemos el taladro en modo normal y taladramos.
En el caso de que ya hayamos hecho el agujero y se haya estropeado el azulejo, no nos queda más remedio que repararlo. No os preocupéis, no es dificil. Lo único que tenemos que tener en cuenta es que debemos disponer de un azulejo exactamente igual que los demás, por lo que es muy buena idea guardar azulejos de sobra cuando se alicata cualquier estancia de la casa.
Comenzamos retirando el azulejo estropeado. Con un cincel y un martillo hacemos pedacitos el azulejos, con cuidado de no tocar los demás que le rodean. Una vez que soltemos la baldosa, limpiamos la superfice y pegamos la nueva con adhesivo de montaje.
Cuando se seque, sólo nos queda rellenar las juntas con masilla específica para juntas y esperar a que vuelva a secar. Podemos pasar un dedo por la junta justo después de añadir la masilla para que quede mejor el acabado.
Sencillo, ¿verdad? Lo ideal es que el azulejo no se nos llegue a romper, pero si ocurre ya habéis visto que tiene fácil solución. ¡Animaros a sustituir vuestros azulejos estropeados!