La llegada del verano hace que vivamos al máximo la casa ya que englobamos los rincones del exterior sacándolo todo el partido a terrazas, porches, áticos y jardines. Estos espacios, que durante el invierno y gran parte del otoño, ganan radiante protagonismo y se convierten en lugares preferentes, sustituyendo a salas, cocinas y comedores.
Para los bricolegas, el verano supone un enorme aliciente porque las mejoras y los montajes propios de la época se vinculan estrechamente a las vacaciones, es decir, a los momentos más esperados del año en compañía de amigos y familiares. ¡La barbacoa es un ejemplo muy característico! Con este reportaje te ofrecemos una guía práctica para disfrutar del verano en tu casa.
Un refugio a la sombra
La primera necesidad para hacer vida en el exterior es disponer de lugares a la sombra, donde sentarnos agradablemente a comer, conversar, echar una siesta, y también por supuesto a deleitarnos trabajando al aire libre en nuestras aficiones preferidas, como restaurar viejos aparatos de radio. La pérgola y el toldo son los principales elementos de sombra.Podemos adquirir a precios muy competitivos pérgolas prefabricadas, cuyo montaje no presenta complicación, y puede abordarse con las herramientas normales de un bricolega. En cuanto a los toldos, la moda es prescindir de estructuras tubulares, montando paños bien tirantes mediante cables o cuerdas. Los toldos sin armazón son más elegantes, más baratos y más sencillos de instalar.
Comer en el jardín
¡Una de las actividades sencillas de las vacaciones que tanto añoramos en invierno! Los bricolegas se esmeran aportando todo lo necesario para los agradables ágapes de verano al aire libre con parientes y amigos. Una mesa amplia y robusta bajo la sombra es el punto de partida, que se completa con asientos bien cómodos para proseguir después con el dominó y la tertulia.Naturalmente, en esta época barbacoas y hornos de leña son los reyes culinarios del jardín, y durante los meses previos a las vacaciones hemos conocido un apabullante despliegue de trabajos en el foro. En ambos casos, acometer la construcción nos brindará muchas horas felices y bulliciosas en verano, además de obtener una valiosa formación en albañilería.
La zona de la piscina
La moda de las urbanizaciones ha traído numerosas ventajas a las familias, entre ellas la de convertir en un bien común la antaño lujosa y exclusiva piscina. Cualquier jardín, por pequeño que sea, puede albergar una refrescante zona de baño. Al proyectar una piscina, la primera decisión atañe a las dimensiones, y seguidamente elegiremos el material constructivo.Una vez construida la piscina, el bricolaje específico reviste la forma de mantenimiento. Como ya sabemos, el mejor sistema para disfrutar todo el verano de aguas limpias y saludables es organizar turnos, confiando el mantenimiento a la familia en pleno, niños incluidos. Con unos sencillos trucos, esta necesidad se hará muy llevadera en beneficio de todos.