Cuando llega la hora de preparar el jardín o la terraza para los buenos ratos al aire libre, a veces nos sentimos algo intimidados. Dado que el exterior plantea trabajos muy diferentes a los que hacemos dentro de casa, muchos bricolegas se ven con poca soltura y temen gastar demasiado tiempo y dinero en los proyectos necesarios para disfrutar del exterior de la casa. Ho ye mostramos unos trucos para montajes de exterior.
Como veremos, es una aprensión totalmente infundada. En infinidad de casos, un sencillo truco allana completamente las dificultades, abaratando el proyecto, reduciendo el tiempo de montajes de exterior, o ambas cosas en feliz conjunción. ¡Veamos algunos ejemplos que sabrás adaptar a tus necesidades al trabajar con montajes de exterior!
Empezamos por el proyecto más típico del verano, el tejadillo que nos brindará un agradable rincón de sombra al aire libre. Hay modelos fabricados en kit que cualquiera puede montar. En muchos casos será un elemento permanente, que estará todo el año en pie. Y entonces existe una manera sencilla de recuperar parte del coste: ¡aprovechar el agua de lluvia caída en el tejadillo!
Sólo con instalar un canalón y un barril dispondremos de un caudal extra para regar el jardín, lavar el coche, baldear el patio, y otras muchas necesidades. Multiplica los metros de cubierta por la precipitación media anual de tu zona, el volumen recuperable será más o menos la mitad de los litros caídos. Todos los años. ¿Te salen ahora las cuentas de tu tejadillo?
¿A quién no le apetece tener en el jardín un horno de leña, una barbacoa o ambas cosas? Son proyectos de albañilería al alcance de un aficionado, ¡pero todavía podemos simplificarlos mucho! Una parte considerable de la obra son los cimientos y la plataforma elevada, dos cosas que nos podemos ahorrar de un plumazo. Nuestra aliada es la pieza que vemos en la foto, se llama arqueta de alcantarillado y soportará perfectamente el peso de una barbacoa o un horno de leña.
Este práctico elemento servirá también como banco de trabajo, mesa de jardín, casetilla de herramientas o de la depuradora... ¡mil ideas para sacarle partido!
En muchos trabajos de exterior se emplean cables de acero, y es algo que solemos descartar o bien dejar en manos de operarios profesionales por no conocer la forma de montarlos.
¡Es un truco muy sencillo! Doblamos el extremo, colocamos la pequeña pletina sobre la gaza y apretamos la tuerca con una llave común. ¡Eso es todo! Ya tenemos un anclaje que dará firme sujeción a toldos, hamacas, antenas y otros muchos elementos.
El cable con todas las piezas necesarias para el montaje se compra en cualquier ferretería.
¿Quieres poner un sendero rústico en tu jardín sin tener que salir a buscar piedras al campo o comprarlas en un vivero? Nada más sencillo: cuatro listones y un plástico es todo lo que necesitas para hacer este molde, un encofrado a escala. Mezclar el hormigón y rellenar el molde es un juego de niños.
Naturalmente, puedes variar las formas de las 'piedras', decorarlas con guijarros, utilizar morteros de diferentes colores, y otros muchos recursos. ¡Manos a la obra!
Te has agenciado unos troncos perfectos para una valla rústica, pero no te atreves a empezar porque las uniones que has visto son muy complicadas para ti.
¡Truco al canto! Hay herrajes específicos para este montaje, que simplifican al máximo la ejecución, ahorrando además mucho tiempo en el montaje.
Este truco enlaza con el anterior dedicado a los cables. ¿Quieres meter en cintura a la sombrilla, tan propensa a caer bruscamente por un golpe de viento? Ponle tensores tal como se hace con las antenas de televisión, bastan tres cables para asegurar firmemente cualquier sombrilla volandera.
Llevaremos esos cables a puntos elevados, para evitar tropezones, y por el extremo de la sombrilla ataremos a cada cable una banda elástica, que podemos cerrar con fieltro para hacer más cómodo el manejo.
Los maderos de encofrado se desechan a menudo una vez terminada la obra, y son un excelente material de reciclaje para infinidad de trabajos. Por ejemplo, podemos aprovecharlos haciendo un parterre elevado que dará mucho atractivo a nuestro jardín.
Huelga decir que un breve acicalamiento con lasur, aceite de teca o similar dejará la madera mucho más bonita de lo que aparece en la foto.
Finalmente, un truco destinado a la zona infantil. El sitio donde suelen jugar los peques es por simple estadística el escenario de muchos golpes, coscorrones y heridas. Reduciremos considerablemente estos accidentes siguiendo el ejemplo de parques y guarderías: un suelo acolchado que protegerá a los pequeños y a sus papás de muchos disgustos.
Las planchas se compran en almacenes de bricolaje, y podemos recortarlas para adaptarlas a cualquier superficie.