Es evidente que, más allá de que sea obligatorio o no evaluar nuestra vivienda, su calificación es algo que nos va a afectar, y mucho, en el día a día, y que vamos a notar cada final de mes en nuestras facturas. Y es que un mal aislamiento térmico se va a traducir en casas frías y un mayor uso de la calefacción en invierno, y temperaturas elevadas y aire acondicionado a máxima potencia en verano.
Está claro que esto último es algo que debemos evitar, tanto porque no es lo más saludable, como porque tampoco es lo más responsable. Debemos cuidar más que nunca nuestros recursos y, por tanto, hacer lo que esté en nuestra mano para que su uso sea lo más eficiente posible.
Es por eso que cada vez son más los hogares que, concienciados con esta situación, adoptan medidas como mejorar el aislamiento de las fachadas o sustituir sus viejas ventanas. ¿Sabíais que, mejorando el aislamiento térmico, se puede reducir el consumo en hasta cerca de un 50%? Merece la pena, ¿no crees?
¿De qué depende la eficiencia energética de una vivienda?
A la hora de evaluar una vivienda para definir su calificación en el certificado energético, se van a tener en cuenta varios aspectos, como:- El espesor de la fachada.
- Los materiales que forman la fachada.
- Las medidas de las ventanas.
- El tipo de sistema de calefacción.
- El consumo de energía en kWh/m2,
- Las emisiones de CO2 del edificio.
- Las medidas de la vivienda.
Es importante puntualizar que, a la hora de la calificación, se tiene en cuenta la zona geográfica en la que se encuentre y sus condiciones meteorológicas habituales. Y es que, para que una vivienda de Granada sea eficiente, no necesita el mismo sistema de calefacción ni el mismo aislamiento térmico que una de Asturias.
¿Cómo puedo mejorar el aislamiento térmico de mi vivienda?
Como decíamos más arriba, una de las medidas que más va a influir en el aislamiento de la vivienda es reforzarlo en la fachada, para lo que será necesario ponerte de acuerdo con el resto de la comunidad. Así, actualmente existen subvenciones locales y autonómicas para fomentar este tipo de reformas.Otra medida a adoptar es el cambio de las antiguas ventanas, por modelos de perfiles mejor aislados. Así, en la actualidad, las ventanas que ofrecen mayor aislamiento son las de perfiles de PVC como las de Kommerling. Por su parte, hay otros aspectos de la ventana que también afectarán, como el contar con doble acristalamiento, la calidad de la persiana...
Por su parte, la decoración también se puede convertir en tu aliada: cortinas opacas y de telas gruesas, alfombras durante el invierno, estanterías llenas de libros en las paredes (el papel es un gran aislante) y burletes en puertas y ventanas.
Esperemos que este post te haya resultado útil. Nos vemos en el siguiente artículo de Vivienda Saludable.