Las cifras nos hablan de un problema patente, y es que, por ejemplo, durante en invierno en España se atienden a alrededor de 2000 personas afectadas por intoxicaciones de monóxido de carbono, de los cuales en torno al 2%-5% fallecen. El problema radica en que, en los meses más fríos, la tendencia es no abrir las ventanas en ningún momento por miedo a perder el calor interior. Así, a esto se une el uso de sistemas de calefacción que emiten una alta concentración de contaminantes al entorno. ¿Y cómo puede manifestarse? Una falta de ventilación puede provocar importantes dolencias, como dolores de cabeza, mareos... Problemas que, además, se pueden justificar por otros motivos y no caer en la cuenta de que el verdadero causante se encuentra en casa.
De este modo, el uso de sistemas como los braseros, las calderas y las chimeneas hacen que sea más prioritario extremar las precauciones. El monóxido de carbono que emiten estos mecanismos de calefacción es un gas incoloro e inodoro, que se acumula en los espacios sin que nos demos cuenta. Al ser más denso que el aire, este se acumula en la parte baja de las habitaciones, provocando un déficit de oxígeno y derivando en una intoxicación por vía respiratoria.
De la misma forma, simplemente el mero hecho de respirar hace que consumamos oxígeno y emitamos dióxido de carbono en el ambiente, lo que, unido a lo anterior, así como a la posible acumulación de bacterias y microorganismos, son razones justificadas para reivindicar la importancia de la ventilación. En concreto, lo ideal es ventilar en torno a 10 minutos dos veces al día. En este espacio de tiempo, el aire interior será renovado, pero el ambiente no se va a enfriar, ya que el calor del hogar también se encuentra en el suelo, los muebles, las paredes... Además, lo recomendable es dejar las puertas de las habitaciones abiertas, para que el calor se distribuya y el gas no se acumule en una misma estancia.
Por su parte, es importante remarcar que un buen aislamiento en la vivienda no solo reducirá los problemas relacionados con la ventilación, sino que evitará la formación de condensaciones y humedades y facilitará el mantenimiento de una temperatura constante.
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