Sin desdeñar esas utilidades, os invitamos a hacer muebles completos con el ‘fondo de armario’. !Todos sabemos que muchos retales llevan años esperando su momento oportuno! Diseñar muebles a la carta, adaptándolos a las existencias disponibles, es una costumbre muy saludable, que estimula el ingenio y saca todo el partido al género almacenado. Veamos un bonito ejemplo con esta mesa de jardín.
Aquí tenemos la mesa de jardín terminada, prestando ya eficaces servicios en el cenador del jardín. Como podemos ver, en su fabricación se han empleado restos de madera y también de tablero contrachapado, 'mestizaje' que, lejos de disimularse, se ha evidenciado plenamente.
La segunda parte del mueble es la tapa, realizada con un tablero contrachapado también sobrante de montajes anteriores. Sus medidas determinaron la forma alargada de la mesa. Aquí vemos la parte inferior. Las guías de los extremos sirven para afianzar las patas, permitiendo a la vez un rápido desmontaje.
El cristal es el único ingrediente 'foráneo' de la mesa. Fue encargado a un almacén, y gracias a los apoyos de las esquinas queda un poco elevado, de forma que pueden colocarse debajo fotos, láminas, telas y otros objetos decorativos. El viejo diario deportivo que vemos es un ornamento muy revelador de las aficiones del autor de la mesa.
Detalle de la pieza metálica a la que se confía la unión del palo con las aspas. Su procedencia es algo oscura: llevaba tiempo en un cajón del taller, vestigio quizás de un antiguo toldo que daba sombra a esa zona del jardín. Forma un bonito contraste con la madera, y la base va atornillada con tres tirafondos.
Las dos piezas metálicas eran inicialmente el doble de largas, y se recortaron buscando las proporciones armoniosas para la separación de las patas y el diámetro del palo. De haber sido más cortos, los tubos parecerían residuales y 'timoratos'. Si se hubieran dejado con su longitud original, habrían quitado mucha vistosidad al elemento de unión.
Pasamos ya a las patas, elemento que da todo el carácter a la bonita mesa. Las aspas se han fabricado encolando listones para doblar su grosor, lo cual facilitó los ensambles a media madera. Se buscaba dar la suficiente resistencia al mueble, sin perder de vista el aspecto decorativo. El biselado con la lima en todos los cantos refuerza la impresión de que se trata de maderos enterizos.
Como podemos apreciar, en el marco superior a inglete se combinan con todo desparpajo el tablero y la madera: la primera foto muestra que el lateral del marco está hecho con listones de pino. Aquí vemos también cómo encajan las patas en las sencillas guías del sobre. El acabado que se aplicó a todo el conjunto fue un tinte de nogalina, en varias manos.
Y aquí contemplamos por fin la mesa tal como la ven los invitados correctos, ¡no los bricolegas impertinentes aficionados a husmear y ponerse a gatas para ver 'las costuras' de los muebles! Terminado satisfactoriamente nuestro examen, nos dirigimos a la zona donde están las bebidas... repasando mentalmente las existencias de madera en nuestro taller. ¿Podremos hacer una mesa de jardín parecida, y con soporte de doble aspa? ¡Seguro que sí, lo comprobaremos mañana a primera hora!