¿No sabes cómo decorar la habitación de tu hijo para que no se le quede pequeña al poco tiempo? ¿Te gustaría sacarle el máximo provecho al dinero invertido en ella? Esta guía te mostrará las claves para decorar una habitación infantil. Conseguirás que sea perfecta por mucho tiempo y tu bolsillo lo agradecerá.
Cuando se decora la habitación del bebé muchas veces no se tiene en cuenta que es una etapa que pasa rápidamente. En poco tiempo, sus necesidades cambian y hay que volver a invertir en mobiliario y decoración. No tiene mucho sentido gastar demasiado dinero en algo para cambiarlo en un par de años. Por esta razón, los siguientes consejos te ayudarán a crear una habitación infantil que crezca al mismo ritmo que tu hijo.
Aplicar la regla del 20/80
La regla del 20/80 en decoración resulta idónea para aplicarla a dormitorios infantiles. Esta regla consiste en invertir el 80% del presupuesto en elementos atemporales y el 20% restante en elementos económicos y fácilmente reemplazables.
Dentro del 80% se incluiría el mobiliario y el 20% incluiría:
Los textiles (ropa de cama, fundas de cojines, alfombras…)
La decoración de las paredes: pintura, vinilos decorativos, cuadros o láminas
Pequeños elementos decorativos como lamparitas, objetos para la estantería, juguetes, etc.
Muebles que crezcan con ellos
Las cunas convertibles son una buena solución para rentabilizar la inversión en mobiliario. Algunos modelos incorporan diferentes módulos que se transforman fácilmente:
La cuna en una cama que le puede durar varios años
El cambiador en una práctica cajonera o mesita de noche para guardar su ropa
Un escritorio para hacer los deberes cuando vaya al colegio Este tipo de mobiliario requiere una inversión inicial mayor que si se compra una cuna y un cambiador por separado, pero sin duda se rentabiliza al poco tiempo. Por otra parte, para adecuarlo a las diferentes etapas de tus hijos se pueden decorar con vinilos infantiles. Estos resultan muy económicos y se sustituyen fácilmente por otros más acordes a su edad en cualquier momento.
Colores neutros
La elección de colores neutros como el blanco, gris o tonos beige hará que la habitación no parezca demasiado infantil con el paso de los años. Para que no resulte aburrido, toma nota de los siguientes consejos:
El mobiliario de color blanco se adapta a cualquier estilo y siempre es tendencia. Además podrás combinarlo fácilmente con estampados y otros elementos de la decoración.
Aunque la pintura de la pared es uno de los elementos que puedes modificar sin que te suponga una ruina, se recomienda elegir una pintura lavable que esté en la gama de los grises. De esta forma, soportará mejor las travesuras de los peques. Todos sabemos que les encanta colocar las manos sobre la pared o incluso, dibujar en ellas.
Apóyate en los complementos para proporcionarle al dormitorio el estilo que buscas: romántico, marinero, nórdico, clásico, etc. Los pequeños objetos de decoración y los textiles serán la clave para hacerlo.
Estampados atemporales
Si vas a colocar papel pintado sobre alguna pared, elige un estampado atemporal como rayas, chevron o lunares. El papel es más caro que la pintura y también más difícil de colocar y cambiar, por lo que es un elemento que no querrás estar renovando cada poco tiempo.
Por el mismo motivo, elige papeles resistentes y que sean lavables. En este enlace encontrarás una guía sobre papel pintado que te ayudará a saber cuál es el más apropiado para la habitación de los peques.
Decora con accesorios
Además de peluches y pequeños objetos, aprovecha los accesorios de tus hijos para decorar su habitación. Por ejemplo, unos patucos o unos peluches en un estante ambientarán la habitación infantil. Con los años se pueden ir sustituyendo por complementos de sus deportes favoritos: unos patines, un balón, una raqueta, etc.
De esta forma, se consigue tener ordenados objetos que utiliza habitualmente e integrarlos en la decoración.
Lo imprescindible y lo que no lo es tanto
Hay elementos del dormitorio de tus hijos que necesitarás sí o sí según su edad. Sin embargo, hay otros de los que puedes prescindir o adaptarlos conforme vayan creciendo. Saber qué comprar y que no, te ayudará a ahorrar mucho dinero.
Cuna y/o cama. Como se ha comentado anteriormente, si eliges una cuna transformable tendrás esta necesidad cubierta por muchos años.
Cambiador. Colocar un cambiador sobre una cómoda resulta más práctico que un mueble dedicado exclusivamente a este fin.
Armario y mobiliario de almacenaje. Un armario de adulto tiene más profundidad de la necesaria para la ropa del bebé. En este sentido se recomienda adaptar una librería que, posteriormente se puede utilizar para almacenar libros y accesorios del cole.
Mecedora. Te resultará imprescindible cuando tu hijo sea un bebé, pero ¿qué hacer con ella cuando crezca? En este sentido tienes dos opciones: comprar una mecedora económica o elegir un modelo que puedas transformar en silla y reutilizar para su escritorio.
Alfombra. Es un accesorio económico que resultará muy práctico cuando tu bebé empiece a gatear. También como base mullida para sus juegos cuando sea más mayor.
Cortinas o estores. Resultan imprescindibles para matizar y controlar la luz que entra en su habitación. No conviene que sean totalmente opacos, pero en caso de no tener persianas habrá que buscar una solución mixta que permita regular su intensidad.
Siguiendo estos consejos conseguirás decorar una habitación infantil para que crezca al mismo ritmo que tus hijos. Sin duda te supondrá un gran ahorro de dinero a medio y largo plazo.
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