En épocas invernales, uno de los principales gastos de la casa es el de la calefacción. Por ello, vamos a ver unos cuantos consejos para reducir, en la medida de lo posible, el gasto energético y la factura.
Según el Plan de Acción de Ahorro y Eficiencia Energética 2011-2020 del Ministerio de Industria, Energía y Turismo, la temperatura en el hogar debe rondar los 19-21ºC, suficiente para crear un ambiente agradable, y sólo se debe superar cuando atravesemos los típicos días de invierno en los que la temperatura baja notablemente.
Esto es muy importante pues, según el Instituto para la diversificación y el ahorro de energía (IDAE), por cada grado que subimos la temperatura, aumenta un 7% nuestro gasto energético. Así pues, cuando vayamos a salir de casa, podemos establecer una temperatura de en torno a los 15ºC.
Además, el IDAE aporta una serie de consejos, muy útiles para reducir el consumo energético y, por tanto, también el gasto.
1 Tener un termostato en nuestro hogar es lo más esencial, para que así podamos regular la temperatura dependiendo de la temperatura en el exterior a cualquier hora del día.. Además, resultan muy útiles las válvulas termostáticas en los radiadores, que nos permiten variar la temperatura por habitaciones, ya que esta deberá variar en función del momento del día en el que empleemos cada habitación, así como lo expuesta que esté al sol. Además, existen los termostatos programables, perfectos para las viviendas que pasan vacías muchas horas del día.
2 No cubrir los radiadores, pues de hacerlo estaremos desaprovechando parte del calor. Además, deberemos purgar los radiadores cuando se inicie la temporada de calefacción, después de meses apagados.
3 A la hora de irnos a dormir, debemos apagar la calefacción, pues la vivienda ya tendrá acumulado el calor del resto del día. A la mañana siguiente debemos ventilar la casa alrededor de unos 10 minutos para así revitalizar el ambiente, luego podremos encender la calefacción nuevamente.
4 Otra cosa a recomendar es que durante las horas del día mantengamos las cortinas o persianas abiertas para así aprovechar la luz natural y, a horas de la noche mantenerlas cerradas para evitar una pérdida de calor.
5 Comprobad los cercos de las ventanas y las puertas, que incidirán en el aislamiento térmico de la casa, ya que esto puede suponer un ahorro de energía del 20-40%. Para ello, podéis reducir la entrada de corrientes de aire instalando burletes o silicona en los huecos que detectéis. Para ello, podéis emplear una vela en días de viento, y comprobar el movimiento de la llama cuando la colocáis delante de ventanas y puertas. Además, las contraventanas reducen a la mitad la pérdida de calor.
¿Qué os parecen estos consejos? ¿Lleváis a cabo alguno de ellos?