Existen diversos tipos de burletes en el mercado. Todos son igual de válidos, lo único que tenemos que escoger es el tipo de instalación, aunque más o menos, son todos muy parecidos. En cualquier caso, lo primero que debemos hacer es capar colocar los burletes en las puertas es presentarlos en el frente de la puerta para marcar el largo que debe tener, por si tenemos que cortar. En caso de que sea necesario, lo realizaremos con una sierra para metal o un alicate, dependiendo del material del burlete y tendremos la precaución de rematar el corte con un embellecedor de plástico.
Una vez que tengamos la medida adecuada, vamos a colocar los burletes en las puertas. Limpiamos muy bien la zona de la puerta con un poquito de alcohol y ponemos el burlete. Si es adhesivo, sólo tendremos que retirar el papel que protege el pegamento y presionar bien fuerte para que quede puesto correctamente. En caso de que su modo de instalación se base en tornillos, tendremos que realizar pequeños agujeros en la puerta, con ayuda de un taladro, para poner posteriormente los tornillos.
Como veis, colocar un burlete es muy sencillo y, gracias a ellos, podemos notar bastante diferencia en cuánto al frío y sobre todo al polvo. Si queréis ver cómo colocar un burlete de forma práctica, os dejo este vídeo donde se muestra paso a paso el procedimiento.
¿Os animáis?
Imagen: Cristiano Betta/flickr