Antes de hacer ningún proyecto, una de las cosas que me gusta hacer es pensar qué necesito; porque no quiero terminar con la casa llena de cosas innecesarias.
Pues bien, lo primero en mi lista era:
Decorar la entrada, que desde que nos mudamos hace más de un año no hemos puesto nada… a ver si se creen los vecinos que somos okupas tratando de pasar desapercibidos.
Desarmamos los palets y limpiamos del polvo todos los listones. El segundo paso, es agrupar las maderas por tamaño y tipo porque no todos son iguales.
Sobre el suelo colocamos en orden los listones que nos servirían para la base y los lados. Lo más fácil es unirlos con la ayuda de tornillos y un atornillador de baterías.
Por último sellamos con barniz y pintamos con protector para exterior. Y así construímos una gran jardinera para la entrada.
También recuperamos esta escalera de una construcción jamás terminada, y nos enamoramos de sus imperfecciones.
Primero le quitamos el polvo con una brocha, decidimos no ligarla para dejarle ese toque rústico, le colocamos protector de exterior color nogal y listo.
Poco a poco la iremos llenando con plantas, por ahora solo tiene estas dos; es que nos ha pillado el cambio de estación.
Vaya trabajo nos han dado, pero juro que merece la pena llegar a casa y ver que nuestra fachada tiene su propia personalidad. ¿Qué opinan: mucho trabajo, o vale la pena? ¿Alguna vez se han propuesto hacer algo así?
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