Por fin llegaron las esperadas vacaciones, y con ellas muchas horas para hacer todo aquello que mas nos gusta. Además de descansar, por supuesto.
Después de muchos meses de trabajo, hoy puedo enseñaros como ha quedado la butaca que mi amiga Mª Ángeles me confió para restaurar. He tardado en acabarla, porque la he ido haciendo a ratos, pero por fin la he finalizado y estoy muy contenta con el resultado.
Si queréis saber todos los pasos que he seguido para rejuvenecer esta maravilla, seguid leyendo.
Desmontaje
Lo primero que hay que hacer es despojar a la butaca del tapizado y el relleno antiguo.
Desinfección
Una vez retirada la antigua tela y la crin que rellenaba el asiento, hay que ocuparse de las termitas.
Para ello utilizo un producto especifico de Xylacel, que os he enseñado en otras ocasiones. Este producto tiene una pequeña cánula que hay que introducir en los orificios termiteros para desinfectar el mueble y matar a los posibles moradores.
Después hay que tapar los agujeros con masilla y/o palillos redondos y dejar tapado durante 24 horas. Una vez transcurrido ese tiempo, podemos lijar.
Blanqueado
En esta ocasión me apetecía blanquear la silla para darle después una pátina blanca.
Para hacerlo, di varias capas de lejía a la madera, dejando que secara bien entre capa y capa.
Pintado
Una vez blanqueada, apliqué varias manos de Lasur.
El resultado de la pátina es muy bonito y con la tela que escogió Mª Ángeles queda precioso.
Para el asiento, en lugar de utilizar cinchas, opté por hacer un asiento de contrachapado.
Tapizado
Para el tapizado se necesita una buena grapadora, es algo muy importante, yo tengo una muy barata y me ha dado una guerra…
Y esto es todo.
¿Qué os parece el resultado?
Hasta pronto.