Hoy os quiero hablar de las estufas de inercia térmica, también conocidas como estufas rusas. Surgieron en el norte de Europa y destacan, principalmente, por su gran eficiencia energética.
Su funcionamiento se basa en la acumulación del calor y su retención dentro de la casa. El calor va circulando por unos conductos horizontales y se va soltando lentamente, manteniendo la temperatura ambiente. Esto permite aprovechar mucho más el calor que con una estufa normal, con la que se puede llegar a perder el 70-80% del mismo.
Este tipo de estufas tienen la gran ventaja de que no necesitan un gran mantenimiento, sueltan menos polvo que una estufa normal y, además, son más seguras, pues la parte exterior no suele pasar de unos 80º.
Por su parte, este tipo de estufas funcionan con leña, y pueden calentar perfectamente una casa al completo, ya que pueden aprovechar hasta el 40-60% del calor generado por la leña. Sin embargo, para ello debemos contar con un aislamiento adecuado que garantice la retención y circulación del calor.
Os dejo este vídeo en el que podemos ver, a partir de fotografías, el proceso de fabricación de una estufa rusa.
¿Conocíais este tipo de estufas?
Fuente: revista EcoHabitar y Autosuficiencia y Naturaleza. Foto de Estufas rusas y revestimientos