Las 'passive house' son viviendas diseñadas a partir de ciertas estrategias que garantizan una demanda de energía muy baja por parte de la casa. Así, el término 'pasivo' deriva en las propias características de la vivienda, ya que las medidas que la convierten en eficiente en términos energéticos no se pueden activar o desactivar, sino que forman parte de la estructura de la misma. De este modo, entre las claves de las 'casas pasivas' se encuentran:
- Aprovechan el máximo posible la energía generada por la radiación solar, que emplean para calentar el espacio interior. Para ello, una característica básica es tener grandes ventanales orientados al Sur.
- Aprovechan también las corrientes de aire naturales para refrescar la vivienda y ventilarla.
- Reducen al máximo las pérdidas de calor con un buen aislamiento en muros y ventanas.
- Las fachadas son muy estancas, lo que impide que el aire pueda entrar o salir.
- Suelen tener instalaciones de recuperación de calor, para no perder el calor acumulado cuando ventilamos en invierno.
Sin embargo, el mundo de la arquitectura sostenible no ha quedado ahí, y hoy en día podemos empezar a hablar de los denominados como 'edificios zero'. ¿Y por qué 'zero'? Muy sencillo, porque consumen exactamente la misma cantidad o menor de la que producen por sí mismos. De hecho, su capacidad energética puede ir incluso un poco más allá, abasteciendo también a otros edificios cercanos. Así, todo esto es posible gracias a las energías renovables.
¿Cuáles son los pasos que hay que seguir para conseguir un 'edificio zero'?
1. En primer lugar, hay que reducir al máximo la demanda de energía, es decir, la que se emplea de forma habitual: para calentar o enfriar la vivienda, para los electrodomésticos, para iluminar la casa, para cocinar, para generar agua caliente...
De este modo, entre las medidas a tomar se encuentra el aislamiento de todos los cerramientos, la estanqueidad total de la vivienda (no puede entrar ni salir nada de aire), el diseño de la vivienda con el objetivo de aprovechar el calor solar y, por supuesto, la elección de electrodomésticos con la máxima calificación en términos de eficiencia energética.
2. Con estas medidas ya reducimos en gran medida nuestro consumo, por lo que todos los aparatos que empleamos para calentar la vivienda, para enfriar en invierno o para proporcionar agua caliente, funcionan a menor capacidad. Además, todo esto también implica una reducción en los costes de las propias instalaciones en sí.
3. Después de todo ello quedaría el último paso para igualar la proporción gasto-producción, y es que nuestra vivienda sea capaz de generar su propia energía, para lo que se emplearán energías renovables, a partir de paneles solares (tanto térmicos como foto-voltaicos), energía eólica a pequeña escala... Así, esto es posible porque con el control de la energía conseguimos que el edificio necesite hasta una décima parte de los recursos que emplea una vivienda común, por lo que se puede asumir perfectamente a partir de energías renovables. Eso sí, para ello es necesario contar con espacio.
¿Qué os parecen este tipo de edificios? ¿Creéis que es posible que en un futuro sean así la mayoría de las viviendas? Por el momento ya podemos ver algunos ejemplos, como las 'Oficinas Zero' de Aarhus, en Dinamarca. Además, Kömmerling también va a construir sus propias 'oficinas zero' en España, así que podremos ver las ventajas de este tipo de arquitectura, así como la eficacia de productos como las ventanas de la marca.
Y recordad que aquí podréis encontrar más información sobre eficiencia energética...