Dicho esto, nos toca primeramente evaluar en que orientación se encuentran las ventanas de nuestra casa. Si no estamos seguro de ello, podemos recurrir a algo tan sencillo como Google Maps. Solo tenemos que buscar nuestra dirección e identificar cada una de nuestras ventanas y hacia dónde miran.
De este modo, cuando una ventana está orientada al norte, la incidencia del sol es menor (solo da en verano y en las primeras y últimas horas del día), por lo que no es necesario prestar atención a estos consejos. Sin embargo, para las ventanas de orientación sur, este y oeste podemos anotar algunas claves.
Cuando los rayos de sol atraviesan el vidrio de nuestras ventanas, comienzan a calentar el interior de la vivienda. De este modo:
- Si estamos en invierno, esta incidencia solar nos permitirá reducir el consumo de calefacción. Para ello, debemos tener las cortinas abiertas para aprovechar mejor la energía, porque así llegarán los rayos al interior de la casa y a superficies como el suelo, las paredes, los muebles... Por su parte, si tenemos las cortinas cerradas, el calor seguirá entrando pero de una forma mucho más moderada y, además, quedará retenido entre las cortinas, por lo que debemos moverlas de vez en cuando.
- Si estamos en verano, queremos todo lo contrario, es decir, evitar que el sol caliente el vidrio. Así, lo mejor es recurrir a métodos que nos permitan dar sombra, como contraventanas, persianas o toldos. Eso sí, debemos evitar eliminar por completo la entrada de luz solar, que nos permite ahorrar energía.
Así, a la hora de instalar un toldo debemos tener en cuenta diferentes cuestiones pero, sobre todo, el material del que está hecha la lona, que permitirá la mayor o menor filtración de los rayos, así como el color, la densidad y el modo en el que se fabrica. Para que se mantenga siempre la casa fresca, en los momentos que estemos en la habitación, lo ideal es mantener el toldo abajo.
Además, hay otros factores que van a influir en la retención del calor, como por ejemplo el tipo de ventana, puesto que las ventanas de aluminio se calientan mucho más, convirtiéndose en focos de calor, algo que no queremos en verano. Para que eso no suceda, seria muy conveniente utilizar ventanas PVC, las cuales tienen la ventaja de ser aislantes, mucho más que las otras.
Aquí podéis encontrar más información útil para vuestra vivienda...
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