Fabricar juguetes de madera constituye una rama del bricolaje muy satisfactoria, especialmente en las fechas próximas a la Navidad. Aunque los agraciados con tales piezas suelen ser los hijos, sobrinos y nietos, no olvidemos que esos regalos también pueden gustar mucho a los padres y abuelos, igual que las casas de muñecas deleitan a madres y abuelas.
En el siguiente reportaje veremos paso a paso de un juguete de madera magnífico realizado por nuestro lector El Tablas, un verdadero experto cuyos trabajos suponen siempre una agradable enseñanza para todos los bricolegas. Ebanista consumado, como pudimos comprobar en su espléndida vitrina, ahora tenemos ocasión de admirar su maestría en las maquetas.
Aquí tenemos la esplendorosa noria de El Tablas, un juguete de madera con las banderas al viento para saludar a todos los visitantes de la feria. ¡Vamos a conocer de cerca el montaje!
El Tablas comienza la tarea con un paso previo muy aconsejable: el dibujo detallado de la pieza. Aquí relucen los conocimientos de geometría que nuestro amigo perfeccionó en un cursillo. Muchos artesanos, como el tallista Segovia, dedican pacientes horas a esta fase del trabajo.
Los segmentos que darán forma a la rueda provienen de una vieja tabla de roble.
Las dos ruedas de la noria, idénticas y perfectas, escrupulosamente fieles al dibujo. Los apliques redondos de las uniones se han conseguido cortando ?rodajas? de un listón. Una vez obtenidas las 96 piezas, hubo que lijarlas una por una, "trabajo mono por cierto", señala el artista
En esta imagen se percibe el aire de maqueta romana que tiene la noria de El Tablas. Recordemos que nuestro amigo planea reproducir una de las máquinas de construcción empleadas por el famoso arquitecto clásico Vitrubio.
El primer diseño de los balancines no dejó satisfecho al artista, y decidió cambiarlo.
En los balancines definitivos, El Tablas utiliza alambre, que moldea con unos alicates de boca cónica, los habituales en montajes de bisutería. Las graciosas piezas, ya pintadas, se cuelgan en el 'túnel de secado'.
El primer ensayo de pintura pareció al autor muy recargado de colores. Por ello, nuestro amigo decidió modificar también este detalle.
Esta vez aplicó pintura en spray por la rapidez. Primero tanteó el gris perla, y finalmente se decidió por el blanco roto. Vemos que, en efecto, gracias a la ligereza del color blanco, ahora la apariencia es mucho más conseguida.
Terminada ya la rueda, sólo falta dotarla de los adecuados apoyos. Aquí vemos la manera de ejecutar los taladros inclinados en las zapatas, para insertar los soportes oblicuos.
Y en este panel recogemos varias fases de la insuperable noria, final feliz para un proyecto que comenzó por unos dibujos en un papel. ¡Enhorabuena, maestro!