Para actualizarlo usaré pintura chalky, no hace falta lijar, pero en mi opinión queda mejor si lijamos y al no tener barniz con una lijadora eléctrica no cuesta nada.
A los tiradores de forja negros les pasa lo mismo, pero yo ya tengo la costumbre y también los he lijado y limpiado antes de aplicar la pintura especial.
He usado dos colores diferentes y contrastados entre sí para acentuar el bajorrelieve que tiene el propio mueble, por lo que hay que enmascarar con cinta de carrocero la parte que va del color que no se está pintando para preservarlo.
La pintura por si sola quedaba muy plana, así que para envejecer y crear más contraste he oscurecido algunas partes con betún de judea (principalmente los marcos), y he aclarado las partes más bajas lijando la pintura chalky, que da un efecto muy bonito.
Solo he aplicado barniz en las superficies que más voy a usar para no amarillear la pintura. ¡Ya solo falta colocar la máquina y a coser!