Una buena limpieza
Para poder descubrir bien el estado real del mueble, de la superficie, del color… hay que limpiarlo en profundidad, y para ello bastará con un paño, jabón neutro y agua tibia.
Retirar todo lo antiguo
Si el mueble está forrado por algún tipo de papel pintado, será el momento de retirarlo. Seguramente no salga por completo, pero podremos terminar de retirar los restos con una lija. Por otro lado, tendremos que eliminar las capas de barniz antiguo, de pintura… En este sentido, hay que destacar tres procesos posibles:- El lijado, ya sea manual o eléctrico. En concreto, a la hora de retirar pintura o barniz, tendremos que emplear lijas gruesas de los números 30 o 40.
- El decapado. Se trata de emplear un decapante químico, que ablanda las capas viejas de producto, lo que facilita que después podamos retirarlas con una espátula.
- La pistola de aire caliente. Con la acción de la pistola se reblandecerá la pintura o barniz viejo, y con la espátula lo retiraremos.
Reparar daños
En muebles antiguos es muy fácil encontrar grietas y daños, que podemos reparar con la ayuda de una masilla para madera. Se trata de un producto que, además, podemos elaborar de forma casera, mezclando estos materiales: polvo de madera (a ser posible, de la misma madera que el mueble, algo que podemos obtener después de lijarlo), cola blanca de carpintero y limón.Para prepararla, mezclaremos la cola blanca con el polvo de madera, hasta dar con una pasta densa y homogénea. Además, aplicaremos unas gotas de limón, que ayudarán que no se oscurezca cuando se seque.
Para aplicarla, nos ayudaremos de una espátula. Tendremos que asegurarnos de que se integre bien en las grietas, no solo en la superficie. Después, lijaremos para obtener una superficie lisa y suave.
¿Hay carcoma?
Sin duda, al restaurar un mueble antiguo es fundamental observar si hay carcoma. Para retirarla, el método más eficaz es aplicar el producto anticarcoma con una jeringuilla en cada uno de los agujeros que encontremos (importante protegernos bien con mascarilla y guantes, y hacerlo en un espacio ventilado). Después, envolveremos el mueble con plástico, y dejaremos actuar durante 2-3 semanas.Además, también existen otros productos más rápidos que nos permiten trabajar con el mueble unos días después.
Es hora de volver a pintar
Cuando tengamos nuestro mueble listo, libre de carcoma y sin desperfectos, será la hora de devolverle a la vida con una nueva capa de pintura, cera, barniz… Así, lo mejor es empezar aplicando una capa de imprimación, que asegurará que la pintura posterior se va a adherir bien. Este paso no siempre es necesario, ya que a veces la propia pintura es de fácil adhesión (por ejemplo, las pinturas de tiza), o la superficie como tal no requiere imprimar.En el caso de ser necesario, lo habitual es aplicar dos capas de imprimación, con una mano de lija entre medias.
Después de imprimar, ya tendremos la superficie lista para pintar, aplicar alguna técnica decorativa (decoupage, transferencia de imágenes, plantillas…)… Además, lo mejor es proteger el mueble con una capa final de barniz o cera incolora. Después de esta mano incluso se puede pasar una lija fina de los números 220-300, para dejar la superficie suave.
Esperamos que esta información para restaurar muebles o sirvan de utilidad. Nos vemos en el próximo post de Vivienda Saludable.