Pintar los muebles
La pintura es el recurso clásico, con el que conseguimos espectaculares acabados. Sin embargo, al tratarse de superficies no porosas, va a ser un poco más complicado que se fije bien la pintura, pero es posible.
De este modo, lo primero que podemos hacer es comenzar lijando suavemente toda la superficie con un papel de grano fino para intentar eliminar la primera capa de resina plástica que da brillo y que tienen este tipo de muebles, de forma que después será más fácil pintarla. Sin embargo, en función del estado del mueble podemos optar por recurrir directamente a la imprimación.
Así, bien después del proceso de lijado o, en caso de no lijar en primer lugar, debemos limpiar bien la superficie una mezcla de agua y jabón tibia. Después, secaremos con un trapo de algodón seco para asegurarnos de retirar cualquier resto de polvo que luego pueda perjudicar el resultado final.
El siguiente paso es el más importante a la hora de pintar muebles de melamina, y es que se trata de la aplicación de la imprimación o sellador todo terreno, específica para superficies de difícil adherencia como el vidrio, el cristal, la porcelana... Como hemos dicho, con este tipo de producto en la mayoría de los casos no hace falta lijar con anterioridad.
A continuación, cuando el sellador haya secado bien lijaremos levemente la superficie con una lija gruesa o con lana de acero, y con un paño húmedo retiramos todo el polvo.
Para asegurarnos una buena adherencia, podemos optar por aplicar dos capas de imprimación, lijando suavemente entre ellas.
Por último, con ayuda del rodillo pintamos con el esmalte que hayamos escogido y aplicamos el acabado deseado. Así, por ejemplo, en este vídeo han optado por un tono madera envejecido en un mueble básico que anteriormente era blanco. Para ello, tanto la imprimación como la pintura ha sido aplicada al sol, con brochazos irregulares, de modo que el producto se iba prácticamente secando según se aplicaba, consiguiendo ese aspecto desgastado.
Fotos: Fanciful
Forrar el mueble
Por otro lado, siempre podemos contar con la opción de forrar el mueble con el papel vinílico deseado. Para ello solo tendremos que seguir tres pasos:1 Desmontar el mueble
2 Limpiar con los mismos pasos que en el caso anterior, es decir, con un paño y una mezcla de agua y jabón, y después secar con un paño seco.
3 Tomar medidas, recortar y pegar el vinilo, ayudándonos de un trapo, esponja o espátula de plástico para evitar las burbujas.