Si pensamos en energías renovables, seguramente nos vengan a la mente los paneles solares de los edificios o esos gigantescos molinos de viento que vemos en parajes perdidos cuando viajamos por carretera. Pero, aparte de la energía solar o la eólica, hay otras energías limpias. ¿Cuáles son las energías renovables? ¿Qué ventajas ofrecen? Lo abordamos en este nuevo post de Vivienda Saludable.
Es evidente que ahorrar energía debe ser una prioridad para todos, porque cualquier cambio que deseemos hacer en el mundo debe empezar por nosotros mismos. De nada sirven las acciones globales si no tratamos de poner nuestro granito de arena en la conservación del medio ambiente. Por eso, debemos intentar:
- Ahorrar en el consumo de carburantes. Utilizar transporte público, hacer una conducción eficiente, adquirir vehículos con etiqueta '0' o 'Eco', compartir traslados en coche con personas que hagan el mismo recorrido, moverse en bicicleta o patinete, etc. Todo esto, por supuesto, en la medida de las posibilidades de cada persona.
- Disminuir el gasto en calefacción y agua caliente. Aislar la vivienda térmicamente con ventanas de calidad, bajar las persianas en las horas más frías del día, estar en casa correctamente abrigados -no en manga corta en invierno-, utilizar sistemas de calefacción de bajo consumo, mantener la vivienda en torno a 18ºC y 21ºC, apagar la calefacción por la noche, hacer duchas rápidas y templadas, no abrir las ventanas para ventilar cuando está puesta la calefacción, etc.
- Contratar conscientemente. Tenemos que comparar precios de las distintas compañías (mejor si nos decantamos por empresas energéticas que nos provean de energías de origen renovable) y contratar la potencia estrictamente necesaria en función de las dimensiones y peculiaridades de nuestra vivienda, no excesiva.
- Reducir el consumo eléctrico. Debemos intentar no dejar aparatos eléctricos enchufados ni en 'stand by' cuando no los estamos utilizando, apagar las luces de las habitaciones donde no estamos, invertir en electrodomésticos con etiqueta energética AA+, utilizar luces de tecnología LED, poner programas cortos o 'eco' en lavadoras y lavaplatos, etc.
- Reciclar los residuos generados en el hogar. Acudir a los puntos limpios de nuestra ciudad y utilizar los distintos contenedores de reciclaje que encontramos en las calles para dejar cada residuo en su lugar.
Tipos de energías renovables
Energía eólica
Es la que se obtiene de un recurso tan abundante y barato como el viento. Realmente, lo que se aprovecha es la energía cinética que crea el aire y que se convierte, gracias a los aerogeneradores (los conocidos popularmente como molinos), en energía mecánica que se convierte generalmente en electricidad. Esta fuente de energía es cada vez más rentable y se está utilizando para abastecer a zonas rurales donde era complicado hacer llegar la electricidad. Otra variante son los parques eólicos offshore, que son los que se crean dentro del mar, en las costas, ya que aquí el viento es más fuerte y estable. Un dato esperanzador es que, si se utiliza junto a la energía solar, permitiría el autoabastecimiento total de viviendas a nivel doméstico.
Energía solar
Proviene de una fuente de energía prácticamente infinita, como es la luz del sol. En este caso, es la radiación electromagnética del astro la que, a su paso por colectores solares (paneles), produce electricidad o energía térmica. A medio-largo plazo, la energía solar supondrá un enorme aliado para el planeta porque es limpia, inagotable y económica. Así, según la organización Greenpeace, la energía solar fotovoltaica podría dar suministro al 33% de la población mundial en un plazo no superior a 10 años.
Energía hidráulica
En este caso es el agua la que provee de energía gracias a las corrientes, saltos de agua o mareas. Con este movimiento se crea energía cinética que normalmente termina convirtiéndose en electricidad. Aunque no genera residuos contaminantes, este sistema cuenta con detractores, principalmente por las presas. Y es que estas inundan superficies de terreno extensas y afectan al curso de los ríos. Sus grandes ventajas son, además de su limpieza, su enorme capacidad de crear energía a partir de una fuente prácticamente inagotable.
Energía geotérmica
Otra de las renovables con mucho recorrido por delante. ¿De dónde proviene esta energía? Sencillamente, del calor del interior de la tierra. Es decir, aprovecha el calor del subsuelo para obtener agua caliente de forma limpia y ecológica, que se aprovecha a su vez para crear electricidad. En países como Suecia, Finlandia, Japón, EE.UU o Alemania se utiliza desde hace décadas. Como las anteriores, es muy respetuosa con el medio ambiente y es un recurso que no se agota.
Biomasa
También llamada Bioenergía, procede del aprovechamiento de materiales orgánicos o industriales. De esta forma, la madera, la leña, los residuos forestales, los residuos de la fabricación de aceites o los lodos de las depuradoras pueden terminar convertidos en biocombustibles a través de procesos bioquímicos.
Aunque las energías limpias representan solo un 20% del consumo eléctrico mundial, se está avanzando rápidamente para hacer crecer este porcentaje hasta llegar al 100%. ¿Utopía o realidad?
¡Nos vemos en el próximo post de Vivienda Saludable!