Cuando construimos una casa desde cero, tenemos la oportunidad de escoger una u otra opción, valorando diferentes factores como el precio, el uso que le daremos, el tipo de vivienda y el clima de la zona. De este modo, ¿cuáles son las fuentes de energía que podemos emplear para tener agua caliente?
Fuentes de energía tradicionales
1 Gas. Puede ser gas natural, butano o propano, aunque actualmente es muy común el uso de gas natural. Este tipo de fuente se obtiene de una energía fósil formada a partir de una mezcla de gases que encontramos en yacimientos subterráneos. Es una opción más barata pero el inconveniente es que aún no llega a todas las zonas. En general, es empleado para proporcionar agua caliente y la calefacción.
2 Gasóleo. Se trata de un producto líquido formado por hidrocarburos mezclados. Es común en viviendas unifamiliares donde no llega la red de gas natural. Su precio es más alto.
3 Electricidad. Es un tipo de fuente mucho más limpio y llega a todo el mundo, cubriendo todas las necesidades del hogar. Para que proporcione ACS debemos tener contratada una alta potencia.
Fuentes de energía renovables
1 Energía solar térmica. Muchas viviendas de nueva construcción tienen instalados paneles térmicos que proporcionan el 70% del ACS. Es limpia y sostenible.
2 Biomasa. Una energía que se está extendiendo sobre todo en viviendas unifamiliares para sustituir las energías tradicionales, que resultan mucho más caras. Se emplean productos que provienen de materias orgánicas en calderas para ACS y la calefacción. Se suelen utilizar pellets.
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