Paredes, tubos, verjas, muebles de madera... Cualquier tipo de superficie puede ser tratada con este tipo de guante, que se adapta a diferentes formas, para llegar a todos los rincones. Incluso puede incorporar una opción de lana, para realizar pulidos. ¿Qué os parece? Así, aunque lo más común es pensar en la decoración y restauración de muebles cuando hablamos de lijado, lo cierto es que es un paso fundamental en muchas tareas del hogar como, por ejemplo, arreglar el aspecto de las vallas exteriores, tanto de terrazas como de jardines.
Las condiciones climatológicas propias de cada estación (incidencia de los rayos del sol, lluvia, viento, granizo...), unidas al paso del tiempo, van provocando serios daños estéticos en las vallas y barandillas que rodean las terrazas y jardines de nuestras viviendas. Es por eso que cada cierto tiempo nos vemos obligados a realizar una pequeña restauración de las mismas y, por eso, hoy queremos ofreceros algunos consejos.
Restaurando vallas y barandillas metálicas
Cuando hablamos de la barandilla de una terraza y de la valla que rodea a una vivienda con jardín, lo habitual es que estas sean metálicas. Así, aunque suelen ser mucho más resistentes que las de madera, tienen un gran inconveniente, y es que pueden oxidarse.
Si no lo tratamos, a la larga el óxido y la corrosión pueden dañar seriamente las superficies. Por esa razón, lo primero que debemos hacer es frotar bien la parte dañada con un cepillo metálico o lana de acero y un producto desoxidante, y dejar actuar. Después, con agua y jabón retiraremos todos los restos y, si vemos que no se ha eliminado todo el óxido, repetiremos el proceso. Así, va a ser en este paso donde nos ayudemos de nuestro guante de velcro para un mejor acabado.
A continuación, antes de proceder a pintar de nuevo la valla, conviene echar una primera capa de imprimación todoterreno, para asegurar la adherencia de la pintura. Después, con un rodillo especial verjas aplicaremos un esmalte para metales, que incluya una protección contra el óxido. Este tipo de producto está recomendado para tratar tubos, vallas, barandillas... Está formado de un cuerpo metálico flexible, que permite rodear bien los barrotes, accediendo a las partes más complicadas. Es muy cómodo de usar y, además, recargar la pintura es muy sencillo.
El cuidado de las vallas de madera
Cuando tratamos con superficies de madera, lo fundamental es que estas estén recubiertas de un barniz protector que prolongue su duración y mejore su resistencia. Aún así, es inevitable el desgaste con el paso de los años y, por ello, cada cierto tiempo vamos a tener que seguir los siguientes pasos:
1. Empezaremos comprobando posibles golpes y desperfectos que hayan sufrido. En caso de haberlos, tendremos que aplicar masilla para madera en grietas, huecos, arañazos... Además, puede que tengamos que sustituir algún clavo o tornillo.
2. Después, lijaremos bien la superficie. Al tratarse de una superficie irregular, con huecos entre las tablas, podemos ayudarnos de la lijadora eléctrica para la primera pasada, y de nuestro guante de velcro para lijar los bordes, los huecos y demás detalles.
3. A continuación, aplicaremos dos manos del esmalte o tinte escogido. Para este paso podemos emplear el rodillo especial verjas.
4. Por último, aplicaremos una cera incolora o barniz para proteger bien la superficie, para lo que también nos podemos ayudar del mismo rodillo, o incluso una brocha o paletina especial para barnices.
¡No os olvidéis de protegerlo todo!
En cualquier caso, antes de empezar a trabajar con la valla del jardín o la terraza, es fundamental proteger bien la superficie, sobre todo el suelo, ya que cualquier pequeña mancha de pintura puede ser muy difícil de eliminar de este tipo de material. Para ello podemos emplear un plástico autoadhesivo azul especial suelos, es el más indicado para exteriores y ofrecen una mayor estabilidad. El plástico o papel convencional se mueve con facilidad y puede romperse con el roce, sobre todo dada la rugosidad de los suelos de exteriores. Sin embargo, el papel autoadhesivo es antideslizante, resistente, no transfiere residuos y no deja pasar el agua.