Y es que, a menudo, cuesta desprenderse de esos muebles clásicos que encontramos en las casas de los pueblos o, directamente, en un contenedor, y que inmediatamente imaginamos decorando un espacio concreto de nuestro hogar.
Asimismo, una vez que comienzas a incursionar en el universo de la restauración jamás lo dejas, es por ello que, se afirma que la restauración es aditiva. Por esa razón, vamos a hacer una recopilación de algunas cuestiones clave para todo aquel que quiera iniciarse en él.
Pasos fundamentales
1 Decapado. En función del estado del mueble, el decapado debe ser la primera fase de todo trabajo de restauración, ya que nos permite eliminar los restos anteriores de pinturas, barnices o lacas, y así poder trabajar con mayor facilidad sobre la superficie. Este proceso se podrá realizar directamente con la lija, si son capas finas, con un decapante químico o con un decapador por aire caliente.
2 Lijado. El lijado es una de las claves, pues de él dependerá que, después, la pintura se adhiera correctamente, obteniendo un resultado óptimo y duradero. Así, los amantes del bricolaje suelen contar con una lijadora eléctrica, pero también podemos emplear papel de lija ayudado de tacos de madera. El grosor del papel variará en función del material a lijar, por ejemplo, será de entre 30 y 80 para eliminar la pintura de una madera maciza, de entre 100 y 180 para pulidos finos o eliminar lacados, y de entre 220 y 400 para pulidos intermedios o superficies barnizadas.
Además, también podemos emplear lana de acero, escofinas e, incluso, herramientas como la Dremel.
3 Imprimación. Antes de comenzar a pintar una superficie, puede que esta necesite una imprimación para facilitar la adherencia de la misma, sobre todo en superficies más difíciles como la melamina, que necesitarán imprimaciones todo-terreno. Este producto conseguirá que la pintura o laca se fije bien y no se cuartee.
4 Pintar o lacar. Es uno de los pasos finales y en el que deberemos aportar nuestro toque personal, en función del estilo que busquemos. En este apartado, uno de los aspectos que debemos valorar es el tipo de pintura que debemos emplear en función de la superficie y del destino del mueble. Así, tenemos las pinturas plásticas, las acrílicas, las sintéticas.. También debemos tener en cuenta las pinturas ecológicas, que no emplean disolventes ni otros productos tóxicos.
5 Barnizado. Es el remate final en superficies de madera. Existen varios tipos de barniz (incoloro, con tinte..) que nos permiten obtener diferentes acabados y una mayor protección sobre la madera. Así, la aplicación del barniz variará en función del tipo y el estado de la superficie que estemos tratando. En este reportaje se explican los pasos a seguir para cada situación (superficies nuevas, en mal estado..)
Técnicas más usadas
En el reportaje Técnicas de decoración podéis encontrar un repaso por algunas de las distintas técnicas que podemos aplicar para tunear o restaurar un mueble u objeto. Sin embargo, aquí recordamos las más habituales:1 Decoupage: Consiste en decorar a partir de la estampación de imágenes de papeles impresos, servilletas o papeles específicos de decoupage.
2 Craquelar: Se trata de imitar las grietas de la madera y se consigue con un producto craquelador.
3 Estencil: Es la decoración con plantillas, que bien podemos adquirir, o bien podemos elaborar nosotros mismos a partir de láminas de acetato.
4 Envejecido: Hay estilos que nunca pasan de moda, como el estilo de envejecimiento en los muebles, ideal para ambientar espacios urbanos y rústicos. Así, existen muchas formas de aplicar un envejecido, a partir de productos como el betún de judea o empleando una mezcla de pinturas.
Agradecimientos: Imágenes de facilisimo.com/Yenai, facilisimo.com/Sonsecano, facilisimo.com/Arborada, facilisimo.com/Fanciful y Gonmi/Flickr