Decapar un mueble consiste en retirar los restos de barniz o pintura antiguos. Esta técnica es la más común utilizada para restaurar un mueble. Por no decir que el primer paso esencial a la hora de querer cumplir con la restauración o lacar un mueble. En este artículo te enseñaremos como hacerlo.
Así, para superficies lisas que no tengan una capa muy gruesa de pintura o barniz, para decapar nos servirá la lijadora eléctrica, o, en cualquier caso, aplicar un lijado manual con un papel de lija. Esta última opción es más favorable para muebles delicados que puedan dañarse fácilmente.
Si la capa es más gruesa y con el lijado no es suficiente, tendremos que aplicar un decapante, es decir, un producto químico, que pueden venir en formato líquido o en gel. Así, en este caso lo que debemos hacer es aplicar una buena capa del producto con una brocha de cerdas gruesas.
Al cabo de 15-20 minutos (vendrá indicado el tiempo en el envase) comprobaremos como el decapante empieza a hacer efecto, y la pintura o barniz se va cuarteando e inflando. Es en este momento cuando debemos empezar a retirar con una espátula los restos, con mucho cuidado para no rayar la superficie.
Después de esto, es conveniente limpiar la superficie y rematar el trabajo con una lija de grano fino. También podemos emplear un disolvente para retirar los restos de decapante que queden.
Por último, también tenemos la opción de emplear un decapador por aire caliente, una máquina cuya función es reblandecer la pintura o el barniz, a medida que vamos retirándolo con la espátula.
¿Qué técnica empleáis vosotros?