Pero antes de ello, debemos informarnos de cuáles son los materiales adecuados: tipo de pintura según la estancia y la pared, tipos de rodillos o brochas, masilla para arreglar desperfectos en las paredes y, por supuesto, algo imprescindible si queremos obtener un buen resultado final, los protectores para el suelo y los muebles.
Parece que todos tenemos claro la necesidad de poner plásticos y cinta de carrocero por todas partes. Sin embargo, a pesar de creer haber puesto todas las medidas necesarias para evitar restos de pintura en zonas indeseadas, es muy común encontrarnos con algún que otro brochazo en el rodapié, gotas de pintura en el suelo, muebles manchados...
Por esa razón, hoy vamos a hacer un repaso de los materiales que podemos emplear para asegurarnos de contar con la mejor protección para suelos, ventanas, muebles, puertas...
¿Cómo protegemos las ventanas?
Lo ideal para las ventanas y objetos de vidrio son los plásticos autoadhesivos azules, aunque también se pueden emplear en muebles. Se trata de un material muy fácil de manejar, no deja restos al ser retirado y se puede emplear tanto dentro como fuera de casa. Se pega muy bien al cristal y dejan pasar la luz. Además, son perfectos para cuando trabajamos con maquinaria, ya que otro tipo de plásticos pueden volarse.
¿Y qué materiales podemos usar para proteger el suelo?
En el caso del suelo podemos contar con la ayuda del papel autoadhesivo. Este tipo de material ofrece una gran estabilidad, ya que es antideslizante. Con él no tendremos que preocuparnos de que el papel se mueva y quede parte del suelo al descubierto gracias al adhesivo que, además, al retirar no dejará ningún rastro. Por su parte, se trata de un producto resistente al agua y difícil de romper.
Otra posibilidad es utilizar plástico autoadhesivo azul especial para suelos, que tiene unas ventajas similares al empleado para las ventanas, ya que se adhiere a la perfección, es un material resistente a las pisadas y no deja restos al ser retirado.
¡Protege bien los muebles!
En el caso de los muebles podemos contar con varias opciones, como el plástico autoadhesivo de las ventanas, o el llamado 'cubretodo', que es un material muy resistente y económico. Lo habitual es emplear plásticos y papeles, pero su escasa resistencia pone en riesgo la protección del mobiliario.
Terminamos cubriendo paredes, rodapiés y zócalos
Cuando solo queremos pintar una de las paredes del dormitorio o combinar colores, nos vemos obligados a cubrir algunas de ellas, y para ello vamos a emplear el papel con cinta, que nos ofrece una mayor protección que el simple uso de cinta de carrocero, y que también podemos emplear en zócalos y rodapiés. Hablamos de un tipo de papel kraft, que absorbe muy bien la pintura, y una cinta de calidad que resiste a los 60º.
Empleando todas estas medidas obtendremos un resultado profesional y no nos llevaremos ninguna desagradable sorpresa al retirar los protectores.