Eso he hecho yo con una silla de oficina que para cualquiera estaba para tirar, pero no para mí. Me dieron dos y las tenía en segundo plano hasta que a una de ellas le ha llegado el turno.
La tela tenía más suciedad que el palo de un gallinero y además era bastante insulsa.
Así que la he transformado por completo y ya no parece la misma.
Bueno, pués así era la silla. Primero quité el respaldo y el asiento que me costó un montón.
Después pinté todo , es decir patas y barras del respaldo con esmalte blanco roto ( tres manos ).
Lo último y mas bonito fué tapizar tanto el respaldo como el asiento con una tela divina de loneta.
Ha quedado preciosa, verdad ?
Y ahora después de ver esto, ¿sigues pensando comprar una silla nueva ?