1. Echar mano de la creatividad para disimularlos.
¿Qué no podemos ocultar los cables? Pues vamos a sacarles partido. Para ello podemos emplear diferentes recursos, cada cual más original y creativo. Por ejemplo, con un poco de cartulina podemos hacer unas pequeñas hojas para convertir el cable en una rama.
Cuando el único enchufe que tenemos en una estancia está en la parte baja y debemos unirlo a algo que hemos colgado en el techo o las alturas, el resultado es un cable enorme atravesando toda la pared. ¿El mejor remedio? ¡Cable de más! ¿Sabéis por qué? Porque con él podemos crear arte, como por ejemplo el skyline de una ciudad.
Las guirnaldas están de moda en la decoración, así que vamos a aprovecharnos de las tendencias, y a convertir ese cable que cuelga de lado a lado en la cuerda de una guirnalda DIY, que podemos decorar con hojas, corazones y todo lo que se nos ocurra.
Otra fantástica opción es ocultar los cables integrándolos al máximo en la decoración, partiendo de la estética y la forma de los mismos. Un ejemplo claro lo vemos en este diseño, en el que el cable queda perfectamente disimulado como parte de las ramas de un pequeño árbol.
Cuando los cables a 'esconder' se encuentran por el suelo, tenemos una vez más diferentes posibilidades. Por ejemplo, podemos convertir el cable en sí en parte de la decoración, cubriéndolo con abalorios de madera como el que vemos en esta imagen:
¿Y qué hay de las regletas? Tenemos por casa tantos aparatos que necesitamos enchufar a la vez, que nos vemos obligados a emplearlas en prácticamente cada una de las habitaciones, y no son precisamente todo lo estéticas que nos gustaría. Por eso, vamos a tirar de ideas como estas:
- Con unas escuadras y un poco de tela podemos hacer un soporte para el lateral del escritorio...
- Si queremos ocultarla aún más, podemos colgar una cesta debajo de la mesa, a la altura del hueco que suelen traer de fábrica los escritorios creados específicamente para los ordenadores con el objetivo de pasar los cables a través del mismo.
- Una caja de madera con una apertura en un lateral puede ser la idea perfecta para disimular la regleta en un salón, en el dormitorio...
2. Soluciones que requieren un poco de 'maña'
Además de recurrir a este tipo de recursos decorativos, podemos dar un paso más allá y echar mano a nuestras habilidades para el bricolaje para dar con ideas como estas:
- Cuando la conexión de internet, de la televisión, del teléfono... obliga a pasar un cable de una habitación a la otra, podemos usar este tipo de canaletas...
- Otra opción es aprovechar el rodapié para disimular los cables, instalando un modelo más ancho, como el que vemos en esta imagen:
- También podemos ser un poco más creativos, y construir una pequeña 'valla' de madera a ras del suelo, para ocultar todo el cableado tras la misma:
- ¿Y si sacamos el cable por detrás del cajón? Para ello tendremos que taladrar en la parte trasera del mueble, para abrir el hueco suficiente para que pase el cable y el enchufe de la regleta por él. Después, pondremos la regleta en su interior, y ya tendremos la solución ideal para cargar los móviles, la tablet...
3. Recurriendo a lo último en tecnología
Que los cables son un incordio lo sabe todo el mundo, y por eso las últimas generaciones de los aparatos electrónicos tienden a la teconología wireless, es decir, a las conexiones inalámbricas: impresoras que se conectan al ordenador por wi-fi, altavoces inalámbricos...
Sin embargo, por el momento seguimos estando obligados a convivir con los cables y, por eso, ¡vamos a sacarles partido!
En la página de Vivienda saludable podréis encontrar más ideas...