Herramientas necesarias
Entre los útiles que ayudarán a darle iluminación a tu jardín, destacan los alicates (pelacables y de boca larga), la taladradora, el alambre de acero, el destornillador, la pala, la cinta métrica, el detector de electricidad, una sierra para metales y un cúter. Los cables que hemos de utilizar para los circuitos de alimentación en exteriores han de ser obligatoriamente del tipo U 1000 R 02 V.
Profundidad del surco
Cuando le comencemos dar iluminación a tu jardín, se debe tener en cuenta que lo normal es enterrar los cables a 60 cm. de profundidad, pero habremos de tener en cuenta si el lugar tiene que soportar peso. Por ejemplo, en un camino por donde pasan coches, el surco debería ser de 1 metro. Se recomienda que la zanja tenga una profundidad de 70 cm. o 1 metro, según el caso, y añadir 10 cm. de arena para compensar las tensiones del terreno. Atención: nunca pasaremos el cableado por suelos arenosos, pantanosos o inestables.
Los cables que tengamos que colocar bajo tierra los tendremos que pasar obligatoriamente por dentro de unos tubos (IRO) de color naranja (ICD). Para hacer ángulos y curvas utilizaremos los recodos y manguitos. Emplearemos un alambre de acero al que atar los cables para pasarlos por el interior de los tubos.
Una vez colocados en la zanja, pondremos por encima una malla de seguridad de color rojo, que, en el caso de tener que volver a abrir la zanja, nos indicará por donde pasan los cables.
Las conexiones
Con el taladro y la broca para piedra haremos un agujero (de un diámetro superior a los cables) en el lugar exacto de la fachada donde colocaremos el punto de luz. Cuando hayamos pasado los cables por el orificio, para garantizar su estanqueidad, lo rellenaremos con masilla. Esto lo haremos obligatoriamente si el agujero está por debajo del nivel del suelo para evitar goteras o la entrada de cualquier elemento ajeno.
Para realizar conexiones en serie entre diversos puntos de luz, lo haremos a nivel del portalámparas, siempre que éstos hayan sido diseñados a tal efecto. Nunca puede haber conexiones subterráneas. En el caso de que los portalámparas no permitan hacer conexiones en serie, tendremos que utilizar una caja de derivación. Fijaremos ésta a la fachada, siempre por encima del nivel del suelo, y de ella saldrá un cable subterráneo hacia cada punto de luz.
Las cajas de derivación, al poder colocarse en exteriores, están pensadas para aguantar las inclemencias meteorológicas y, por tanto, deben ser obligatoriamente impermeables. Disponen de un anillo de goma para la tapa frontal y de unos tapones concéntricos, que se deben agujerear, por donde entran y salen los cables.
Para realizar las conexiones, quitaremos la tapa frontal y realizaremos las conexiones utilizando los bornes de la caja o mediante regletas. Los cables a utilizar han de estar en buen estado y si no es así, los debemos cambiar.
Otras consideraciones
A un mismo circuito podemos conectar como máximo hasta 8 lámparas. Si el circuito es sólo de lámparas, el cable que utilizaremos será de 1,5 mm. de diámetro con un cortacircuitos de 10 A. Si también vamos a instalar enchufes, usaremos un cable de 2,5 mm. de diámetro más un cortacircuitos de 16 A.
Las luces que se fijan al suelo, por ejemplo farolas, deben tener un buen anclaje para que el viento no las pueda tirar. La mejor opción es construir una base de hormigón bien sólida a la que fijar el punto de luz. Respecto a las luces de jardín individuales, existen en el mercado diferentes puntos de luz movibles que colocaremos allí donde nos convenga en cada circunstancia: lámparas montadas sobre una estaca que clavaremos en suelo, o focos portátiles con una buena base ancha y estable. Este tipo de luces disponen de un enchufe con toma tierra.
Al igual que las luces de jardín portátiles, también existen cajas de enchufes (impermeable IP 55). A ellas podremos conectar cualquier aparato como un cortacésped o unas tijeras de podar.