- antes -
La forma más económica y a la vez estéticamente aceptable de lograrlo ha sido poner unas patas de módulos de cocina para elevar la mesa, las hay de varios materiales y colores. Suelen venir en dos piezas: una que se atornilla al fondo del mueble y la otra que se enrosca sobre la primera. Esto nos permite darle más altura y a la vez poder regular cada pata por si se quedase coja.
- pata sobre pata -
Manos a la obra, damos la vuelta a nuestra mesa y se montan con tornillos las patas. Si lo precisa se recortan las partes que sobresalen con una sierra fina, un poco de lijado para dejarlo suave y ya está el trabajo realizado.
Sencillo y barato, la "peque" ya puede disfrutar de su mesa que ha crecido con ella. Llegará el día que sea necesario volver a actuar pero aún falta para eso así que de momento seamos felices con lo que tenemos.
- resultado final -
Una solución rápida, eficaz, económica, bonita y ademas pueden colaborar los pequeños de la casa sin peligro por lo que disfrutamos todos.