Buscarle una explicación nuestro problema con la esa o silla que cojea no tiene mucho sentido, así que lo que hoy os propongo es buscar una solución. ¡Vamos a conseguir que nuestro mueble no cojee!
Lo primero que tenemos que hacer para acabar con nuestra mesa o silla que cojea es revisar nuestro mueble. Algunas patas tienen un taco de plástico en la base para evitar que se raye el suelo. Muchas veces nuestro mueble cojea porque se ha estropeado ese taco. La solución a esto es sencillísima, simplemente hemos de sustituir el taco, no tiene más misterio.
Otro de los motivos habituales es que se suelte el punto de unión entre la pata y el mueble, conocido como 'juntura'. En este caso sólo tenemos que pegar con algún adhesivo un poco fuerte la pata al mueble, o bien ajustar los tornillos en caso de que lleve.
Sin embargo, existe un caso más complicado. A veces resulta que la pata está coja porque es más corta que el resto. Para arreglarla, debemos hacer que todas las patas sean iguales. Tenemos dos opciones: o bien cortamos todas las patas, o alargamos la pata más corta.
En caso de que vayamos a recortar las patas, debemos tener en cuenta que nuestra mueble quedará más bajo. Por eso, si tenemos una pata que cojea en una mesa de comedor, por ejemplo, debemos valorar mucho esta opción, ya que dependiendo de cuánto sea de corta podemos terminar con una incómoda mesa para comer. Para cortar las patas, tenemos que colocar el mueble en equilibrio sobre sus tres patas iguales. Después, hacemos un patrón de corte con un material distinto, por ejemplo, un trozo de contrachapado. Dibujamos la medida del corte y con una sierra cortamos las patas según la muestra.
Si no queremos que nuestro mueble quede más bajo, la otra solución es alargar la pata más pequeña. Debemos medir la diferencia entre las patas más largas y la pata corta y buscar un taco de madera o un trozo de corcho que tenga el mismo grosor que las patas y la medida que diferencia a una sobre otra. Pegamos el taco a la pata y mueble arreglado .
Fácil, ¿verdad? Ya no tendremos que poner cuñas, ni libros u otras cosas que se os ocurran para equilibrar la mesa, lo mejor es arreglarla desde el principio, ¡animaros! .