Como ya os mostré en el post anterior la pista se encontraba en un estado pésimo. Consideramos lo más conveniente echar una nueva capa de hormigón, en esta ocasión hormigón pulido; nuestra intención era la de mantener la pista utilizable y convertirla en un pequeño campo de fútbol.
La cubierta tiene un tamaño considerable, aproximadamente 300m2, cubrir todo esto con una nueva capa de hormigón suponía un peso considerable, por lo que decidimos eliminar la capa de hormigón en mal estado y compensar así el peso.
Esta tarea nos llevó muchos fines de semana y obtuvimos una gran montaña de escombro como resultado.
Una vez hubimos eliminado esa capa de hormigón en mal estado y limpiado adecuadamente la superficie aplicamos clorocaucho. Dimos varias manos, la 1ª diluida al 75%, la segunda al 50%, una 3ª al 25% y finalmente un par de capas puro.
Esperamos a que lloviera para comprobar su efectividad y...
Fue un invierno realmente lluvioso. Fuimos a ver el fruto de nuestro trabajo y obtuvimos una grata sorpresa. Ya no entraba agua en casa. Había unos grandísimos charcos, alguno de ellos con una profundidad de 2 dedos y no entraba agua. Rebosábamos alegría porque estaba resuelto un gran problema.
Cuando llegó la primavera y comenzó un poco el buen tiempo se organizó el trabajo para la nueva capa de hormigón.
Contratamos a un profesional, que hizo muy buen trabajo dando bien las caídas y evitando que se hicieran charcos en la cubierta.
Nosotros rellenamos las juntas de dilatación con una silicona especial, de la marca Sika, alguna de sus características eran la flexibilidad y resistencia a la intemperie.
Cuando volvieron las lluvias nos llevamos una gran desilusión porque volvió a entrar agua, supongo que el nuevo hormigón picó la capa de caucho, que no es tan resistente como quisimos pensar.
Ya no creíamos que el agua entrase desde arriba. Habíamos rellenado las juntas adecuadamente y el hormigón pulido no es tan permeable como para el agua lo traspase y se filtre, tengamos en cuenta que ya no se hacen charcos.
Después de esto, identificamos que otro posible problema podía ser el babero del forjado, así que lo forramos con pizarra (intentaré hacer fotos este fin de semana), como todos sabréis, una de sus principales características es que es impermeable.
Esto tampoco fue una solución, así que pusimos un desagüe en las zonas de la pista que daban hacia la tierra, por si el problema venía transmitido a través de un par de paredes que están cubiertas de tierra, supongo que ya os imagináis que esto tampoco resolvió el problema.
Ya no sabíamos que hacer, llegamos a pensar, que los tubos que sujetaban la valla, que están incrustados en la pista y suponemos también en el forjado de la casa podían ser el problema. A pesar de tener sombrero supusimos que quizá se llenasen de agua por dentro, al estar tan viejos podían estar algo podridos en el interior del forjado y penetrar el agua por ahí... Los cortamos todos y los rellenamos de hormigón. Tampoco fue una solución.
El siguiente paso que dimos en vista de que las goteras no cesaban fue dar de nuevo clorocaucho. Si sirvió de solución la primera vez que lo dimos ¿porqué no iba a servir ahora?
En esta ocasión no dimos tantas manos. El hormigón pulido no es tan absorbente (o poroso) como el hormigón normal y no cogía tanta pintura como en la otra ocasión. Calculamos la misma cantidad de pintura y nos vimos obligados a devolver unos cuantos botes...
Mi novio cree (y la verdad es que yo también he llegado a creerlo) que no dimos el caucho adecuadamente esta vez. No llegamos a aplicarlo puro 100% y puede que ese fuera uno de los problemas para que siguiera entrando agua.
El caso es que esto último no lo sabíamos todavía. Lo único que nosotros "creemos saber" es que el agua se filtra por las vigas. Actualmente la casa no tiene yeso, el que había estaba en muy mal estado debido a la humedad y lo quitamos entero para echarlo nuevo en paredes y techos de forma adecuada. Gracias a esto vemos toda la estructura del tejado (o forjado en este caso), y las zonas donde caen las goteras siempre son las mismas: ciertas vigas de la estructura; da la sensación de que el agua corre por las vigas.
Hay dos paredes que están cubiertas de tierra. En una de ellas van a parar las vigas, así que pensamos que seguramente no estuvieran muy protegidas y con las lluvias el agua penetraba por ahí.
Nos aventuramos en otra acción correctiva: alquilamos una cortadora de hormigón para "estropear" lo menos posible lo que tanto dinero nos costó (esa capa de hormigón pulido).
Después de 2 fines de semana de duro trabajo sacamos toda la capa de hormigón y nos asustamos con lo que nos encontramos:
- Capa de hormigón pulido (la que nosotros habíamos echado).
- Capa de hormigón que el constructor había echado (ésta además de la que ya quitamos nada más comprar la casa)
- Capa de gravilla comprimida (como las pistas de antiguamente)
- Capa de grava.
- Forjado de la casa
La tierra estaba pegada al ladrillo.
El ladrillo no tiene ninguna protección contra la humedad.
Las vigas sin protección van a parar a la tierra.
Cuando encontramos todo esto nos asustamos mucho, pero además nos dio una gran alegría: Estábamos completamente seguros de que el agua (por necesidad o por influencia) entraba por esa zona, ahora que la habíamos despejado era imposible que siguiera entrando agua, una vez la hubiésemos impermeabilizado podríamos continuar con el resto de la obra (electricidad, yeso, solado...)
Ese mismo día comenzamos a hacer planes, para llamar al yesero y que nos diese presupuesto, el electricista se tendría que poner las pilas, y ya mismo podríamos comenzar a poner el suelo (tengo los azulejos comprados desde hace 1 año).
Todo esto sucedió esta primavera.
Por suerte llovió en la siguiente semana, cayó un chaparrón de muy señor mío, estábamos realmente nerviosos, esa era la prueba de fuego.
Mi novio y su padre fueron a casa para comprobar que efectivamente habíamos dejado de tener goteras.
Cuando volvió me dijo que seguía habiendo goteras, y que la parte que habíamos comenzado a desenterrar estaba totalmente seca.
Ahora nos encontramos desenterrando las 2 paredes completas. Ya que hemos comenzado a descubrirlas, y además hemos visto tal chapuza, hemos decidido llegar hasta abajo para impermeabilizar correctamente esas dos pareces y evitarnos posibles problemas.
Tenemos que tomar una decisión rápida de cómo impermeabilizar la cubierta porque en cuanto vuelvan las lluvias nos vuelve a paralizar otro año...
Este fin de semana seguiremos con la excavación de la zanja.
Ya os iré comentando nuestros avances.
Gracias por leerme y comentarlo.
Un abrazo.
SyLva_
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