Con trabajo, imaginación y mucha ilusión, prácticamente cualquier pieza puede ser objetivo de una segunda oportunidad, basta con ver el trabajo que realizó esta usuaria para rescatar una cómoda. Solo hay que saber extraer sus posibilidades y tener visión de cara a aportar nuevas utilidades y diseñar un nuevo estilo y carácter.
Y todos estos ingredientes los reúne el fantástico trabajo que ha compartido con nosotros Leti-nu. Para poneros en situación, pudo rescatar una cómoda del contenedor de la basura y no tenía ni fondo, ni cajones, ni base.
Sin embargo, todos los “no vale la pena” que recibió no impidieron que nuestra amiga viera sus posibilidades de rescatar una cómoda abandonada y aquí tenéis los pasos de esta transformación, que convirtió la vieja cómoda en un original mostrador.
1 Lo primero, como siempre, fue aplicar la imprimación. Como ya sabéis, este tipo de producto es un básico en cualquier trabajo de restauración o tuneo, ya que nos permite pintar de nuevo sin preocuparnos porque la pintura se descorche. Al facilitar la adhesión de nuevos productos, en ocasiones, si la superficie está en buen estado, no es necesario ni lijar la pieza.
Así, lo normal es aplicar dos manos de imprimación y, entre capa y capa, lijar levemente con una lija de grano fino.
2 A continuación, para conseguir un cambio radical escogió un llamativo esmalte rojo bermellón. Además, como iba a ir abierta, forró el interior con papel pintado.
Para empapelar un mueble podemos, incluso, emplear el mismo papel que usamos para las paredes. Así, si hemos decorado alguna pared y nos ha sobrado, podemos sacarle provecho. Para ello, lo que debemos hacer es tomar medidas del mueble y recortar cada una de las piezas, siempre recortando un poco de más. Después, debemos lijar levemente la superficie para eliminar asperezas, de manera que el papel nos quede liso.
A continuación, en el caso de que sea papel de pared, debemos ir metiendo cada pieza en agua durante 30 segundos y pegándolas en la madera con una esponja, dejando secar alrededor de 4 horas. Después, recortaremos lo que sobre con un cúter y repasaremos con cola blanca rebajada en agua.
Por otro lado, también podéis emplear directamente algún papel de forrar, que se pega directamente y, por tanto, es mucho más rápido.
3 El siguiente paso consistió en completar el mueble ya que, tal y como hemos comentado, no tenía base. Para ello emplearon una chapa de 3 mm de grosor. Además, con la misma chapa realizaron también el fondo de la cómoda.
4 Por otro lado, también tuvieron que hacerse con tres tablones a medida que iban colocados sobre los raíles de los cajones, para usarlos como estantes.
5 Para unificar todo, la base fue pintada del mismo rojo bermellón, y las baldas y el fondo fueron forrados con el mismo papel que el interior de la cómoda. Hay que recordar que la cómoda ahora hacía las veces de estantería, al carecer de cajones, por lo que el interior debía quedar estético.
Con todos estos pasos, nuestra amiga Leti-nu consiguió un bonito, original y llamativo mostrador para su negocio, tal y como vemos en esta imagen.