¿Hay una estancia en tu hogar que resulta demasiado lúgubre y oscura? ¿Deseas darle un lavado de cara, un cambio permanente y no sabes por dónde empezar? Hoy queremos hablarte de algunos trucos de bricolaje que, sin apenas esfuerzo, lograrán que tu casa sea un hogar de revista como el que siempre soñaste. ¡Haz que esa habitación que afea tu hogar cambie por completo gracias a ellos! Te contamos cómo conseguirlo.
Lo primero, la pintura
Suena a tópico, pero dar una capa de pintura a techo y paredes será vital para ese primer gran efecto que buscamos. No lo dudes y escoge pintura blanca. Todo son ventajas: no sólo es económica, sino que existen varios tonos y podrás elegir el que más te guste; además, es la más fácil de aplicar al ser un tono tan neutro, las imperfecciones se disimulan más especialmente si todavía hay gotelé en esas paredes. Por supuesto, antes de escoger la pintura, piensa si la quieres mate (opaca, no refleja la luz y disimula los desperfectos) o bien satinada (más indicada para otros colores, pero puedes elegirla en blanco y que ilumine más tu estancia)
¿Ya has escogido el acabado de la pintura? ¡Manos a la obra! Ya sabes lo que toca: empapelar todo bien, cubrir rodapiés y suelo y acometer el proyecto con un buen rodillo y mejor compañía. ¡Pintar en grupo resulta inspirador y hasta terapéutico, pruébalo! Hay quien pinta hasta las puertas de la estancia... Todo sea por lograr un acabado luminoso, no, ¡luminosísimo!
Toca revisar los muebles: ¡dales otro aire!
¿Tienes muebles antiguos que creas que merecen una segunda oportunidad? Dásela gracias a los trucos de restauración fáciles que te contamos a continuación. Si los muebles son de madera antigua, puedes optar por barnizarlos y después cubrirlos de pintura en tonos claros o bien elegir algo más sofisticado, como la mano de pintura 'envejecida', que siempre da un aire vintage muy chic a cualquier estancia.
Para barnizar y pintar sigue este paso a paso:
- Si el mueble o los muebles que vamos a barnizar tienen un acabado antiguo, es mejor que los decapes, haciendo uso de un quitapinturas o bien lijando directamente. Retira a conciencia cualquier halo de pintura anterior para que quede lo más limpio posible.
- Si la madera es 'en crudo' o los muebles los habías adquirido sin acabado o pintura alguna, lo tienes fácil. Sólo has de lijarlos con suavidad.
- Es hora de barnizar: elige tu barniz ideal. Infórmate o pide consejo a un experto o bien déjate llevar por tu gusto y sentido común. Hay barnices que contienen inspiración decorativa, cuyos acabados son muy elegantes, pero también hay barnices básicos. Lo más aconsejable es dejarte llevar por el nivel de brillo del barniz. Es lo que te dará una idea más completa para decidirte sobre uno u otro. ¿Te apetece que brille más o menos?
- La capa previa de barniz servirá de base. Ahora toca elegir el color de la pintura. Si no lo tienes claro, te recomendamos el blanco: limpio, socorrido y muy de moda.
Los textiles y accesorios decorativos ¡importan!
- ¿Te has fijado en cómo lucen las cortinas, alfombras y cojines de esa estancia tan oscura y triste? Quizá sea hora de cambiarlos. Opta por cojines en tonos claritos y suaves, como los tonos tierra o la gama que va del beige al blanco. Además, añade pequeños detalles en mostaza o marrón: ¡serán ideales como contrastes puntuales!
- En cuanto a la alfombra, retíratala si esta se ve usada y envejecida. A veces, el suelo visto es preferible a una moqueta arcaica o una alfombra que sólo trae polvo, pelusas y que, además, se ha pasado de moda. Si quieres cubrir ciertos espacios del suelo, puedes comprar alfombras pequeñas, siempre más asequibles, preferiblemente de tejidos suaves y en tonos vainilla o beige, para que combinen bien en cualquier rincón. Pero lo que realmente sería encantador es que te animaras a tejer tú misma tu primera alfombra. ¿Algo más inspirador y con encanto que esta idea DIY?
- En cuanto a la típica mantita cubre-sofás, puedes escoger una de tejidos cariñosos y ecológicos para dar un toque sostenible a tu salón o habitación reformada.
- Por último, elige cuadros o láminas que decoren puntualmente algunos rincones de la habitación, y que estén llenos de luz y de color para dar ese toque visual más animado a la estancia. Si no te gustan los cuadros coloridos, siempre puedes optar por imágenes en blanco y negro o bien por accesorios decorativos en madera, dando un toque rústico a tu hogar.
¡Te dejamos una nueva ristra de imágenes para que sepas a lo que nos referimos!
¿Ya vas teniendo más claro todo? ¡Ahora toca elegir el día clave para iniciar tu reforma! No queremos despedirnos sin dejarte más claves para ayudarte con la reforma de tu hogar.
Esperamos haberte ayudado. ¡Hasta la próxima!