Este es el cabecero que monté a mi amigo M.A.
La idea era hacer un cabecero original y que costase lo menos posible. Para eso las mesas Lacks de Ikea son perfectas.
Lo primero que hicimos fue taladrar las patas de las mesas a la pared ya que hemos necesitado una anchura de 10 centímetros ( 5 de la mesa + 5 de las patas ) para que quedara enrrasado a una columna que tiene en el lateral.
A continuación, pegamos con silicona las mesas a las patas. De esta forma no se moverán. Nos hemos decantado por la silicona neutra por su gran adherencia. De esta forma no quedan tornillos al exterior.
El coste final ha sido de 30 euros, ya que hemos utilizado 6 mesas Lack.