Unos palés, una puerta vieja o incluso unas ventanas de madera pintadas de colores pueden ser una buena opción.
El problema viene cuando tienes que adaptarte a la mala distribución de ciertos elementos de la habitación, como por ejemplo un enchufe a 75 cm del suelo justo donde debería ir el cabecero.
Lo habríamos anulado de no ser porque es el único enchufe de toda la habitación y, con las paredes recién pintadas no era plan de ponerse a picar y pasar cables para hacer nuevas tomas de corriente.
Tampoco se podía colocar la cama en otro lugar que no fuese el que ocupa ahora mismo así que...
solución: fabricar un cabecero con una cámara que ocultase el enchufe y que, a su vez, tuviese una o dos tomas de corriente.
Y eso es lo que hemos hecho.
Con un tablero de MDF de 8mm de espesor hemos fabricado la parte principal de nuestro cabecero.
Una vez terminado medirá 1,73 m de largo por 75 cm de alto, adaptado a una cama de 105 cm.
El tablero tiene dos huecos pequeños en las esquinas inferiores. Ahí es donde colocaremos los enchufes para recuperar la toma de corriente que quedará oculta tras el cabecero.
El hueco rectangular mostrará un tablero decorado como si de un cuadro se tratase.
El tablero con la decoración se podrá sustituir por otro en el caso de que su dueña (una adolescente) se canse del diseño que lleve en ese momento.
Recrecemos el tablero con un listón de abeto de unos 6 cm de ancho por 1 cm de espesor.
Ahora el cabecero es liso por una cara (la cara principal) y dispone de una cámara de más de 5 cm por la cara de atrás (la que va contra la pared), espacio suficiente para ocultar el enchufe de la pared.
Masillamos las uniones del MDF y el abeto y le aplicamos tapaporos.
Nuestro cabecero tendrá un color negro mate que combinará bien con cualquier fondo que queramos poner.
También hemos instalado por detrás unos tableros con bisagras y unos cerrojos para contener el tablero decorado.
Con unas tablas de haya maciza hemos hecho unos soportes para la pared donde descansará el cabecero una vez terminado.
Una vez seco el barniz hemos realizado la instalación de los enchufes en los dos extremos inferiores del cabecero.
Hemos puesto un tablero (sin ninguna decoración por el momento) y lo hemos colgado en la pared.
Y así es como luce una vez instalado!
Ahora solo queda que a su dueña se le ocurra con qué imagen decorar su nuevo cabecero...
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