La instalación de este método para ahorrar agua en la cocina es súper fácil de hacer. Lo único que tenemos que hacer es quitar el filtro del grifo, con la mano, o en caso de ser necesario, empleando una llave inglesa. Colocar la junta de la goma en el economizador y enrroscarlo de nuevo al grifo. Con estos tres simples pasos podremos ahorrar agua en la cocina y reducir gastos hasta en un 50%.
Hay diversos tipos de economizadores, incluso pueden ser direccionables y con difusor, por lo que podemos no sólo conseguir un ahorro sino, transformar totalmente nuestro grifo para tener otro mucho mejor. Además se pueden instalar también en los grifos de lavabo y bañera.
Como podéis ver, todo son ventajas. Por no hablar de la parte ecológica. Qué mejor que ahorrar agua con los tiempos de sequía que estamos sufriendo. Sin embargo, es cierto, que en caso de querer llenar un cubo grande de agua vamos a tardar un poco más, pero apenas notaréis la diferencia.
No es la única forma de ahorro que existe en el mercado, ya que también existen, por ejemplo, sensores que apagan el grifo cuando nos retiramos o pedales que nos permiten no perder tiempo en cerrar el grifo con las manos, pero sin duda es el método más sencillo a la hora de instalarlo y más económico, un paquete de tres economizadores puede costarnos alrededor de siete euros.
Por último, para los que no os convezca mucho esta idea, siempre quedará algún truquillo casero para reutilizar el agua. Os propongo aprovechar el agua que dejamos correr hasta que se calienta para llenar un cubo que luego sirva para fregar el suelo.
¿Qué opináis? ¿Merece la pena? Desde mi punto de vista bastante, con nada de esfuerzo vamos a conseguir ahorrar bastante en nuestra factura, además de conseguir que nuestro grifo no salpique innecesariamente