Tipos de pintura
Esmalte sintético. Brillante o sanitado, podemos utilizarlo tanto para interiores como para exteriores, Es ideal para metal y como pintura para muebles de madera, si bien es conveniente que no la utilicemos en paredes. Es la pintura más utilizada y suele venir preparada para aplicar directamente. En cualquier caso, si necesitamos rebajarla, o diluirla, podemos hacerlo con disolvente o aguarrás, dos productos que utilizaremos también para limpiar las brochas, pinceles y rodillos.
Esmalte acrílico. De similares características y resistencia que el anterior, su gran ventaja es que es menos contaminante que el anterior y es que este se diluye y limpia sencillamente con agua.
Pintura plástica. La mejor opción si lo que queremos es pintar paredes porque penetra mejor en las superficies. Normalmente vamos a encontrarlo con base en blanco a la que tendremos que añadir un tinte para darle el color deseado.
Los acabados
En cuanto al acabado, encontramos el brillo, el satinado y el mate. ¿En qué se diferencian?
El brillo forma una capa más gruesa, por lo que resiste mejor las inclemencias del tiempo y por eso se recomienda para pintar en exterior. También se recomienda en zonas de interior que se ensucien fácilmente porque las manchas salen fácilmente en esta pintura.
El satinado, por su parte, es una pintura suave y agradable que se utiliza en interiores y, fundamentalmente, para pintar muebles.
Con el mate podremos arreglar imperfecciones y usarlo en zonas húmedas de la casa, como la cocina o los cuartos de baño. Como desventaja, es el más difícil de limpiar.
Más información, muy pronto, en nuestro blog de Vivienda Saludable.