Las tareas de electricidad causan cierta aversión a los aficionados. Muchos bricolegas que se sienten a sus anchas con la sierra y el taladro evitan manejar cables y enchufes. La posible explicación es que no hay forma de advertir a simple vista si un elemento puede darnos un calambrazo. Sin embargo, observando las medidas específicas de seguridad evitaremos cualquier accidente, y podremos asumir otra modalidad de bricolaje. ¡Así que comencemos a instalar un interruptor de cable!
Naturalmente, antes de hacer nada hemos desenchufado la lámpara. Comenzamos quitando los tornillos del interruptor, que serán dos generalmente.
Ya hemos abierto el interruptor. Para realizar estos trabajos es muy conveniente poner en la mesa una gamuza, así las pequeñas piezas que caigan no rebotan ni ruedan.
Hacemos una incisión con el cúter en el forro de plástico que protege los dos cables.
A continuación proseguimos la abertura con las tijeras de electricista.
Ya podemos agrandar la abertura de la funda simplemente separando con los dedos tanto como haga falta, que será algo menos que la longitud del enchufe.
Cortamos la funda de plástico, con cuidado para no dañar ninguno de los cables.
En este modelo de enchufe hay que retirar el pulsador, haciendo palanca, a fin de pasar por debajo uno de los cables. Esto no siempre es necesario.
Forma de pasar uno de los cables por el hueco que hemos dejado expedito al retirar el pulsador.
Volvemos a colocar el pulsador en su sitio, apretando hasta que encaje, cuidando de no aprisionar el segundo cable.
A continuación, cortamos por el centro el segundo cable, el que hará la conmutación.
Con la comisura de las tijeras, en el punto donde se unen ambos filos, cortamos fácilmente la funda de plástico sin dañar los hilos de cobre.
Retiramos el canuto y de esa forma dejamos libres los filamentos interiores.
Trenzamos los hilos con los dedos, para facilitar su inserción en la cavidad del contacto, y hacemos la misma operación con el segundo extremo del cable.
Como hemos cortado el cable justo por el punto central, ambos extremos son más largos de lo necesario. Cortamos en cada uno la parte de filamento que sobra.
Quitando sendos tornillos desbloqueamos los pequeños huecos de contacto, donde irán fijados los dos extremos del cable.
Una vez hemos introducido el cable, apretamos con el destornillador. De esa manera el cable queda aprisionado y conectado por el chasis metálico a la pieza basculante del interruptor, que es la que abre y cierra el circuito.
Colocamos de nuevo la tapa trasera, procurando no aprisionar ninguno de los cables, que deben quedar libres por ambos extremos del interruptor.
Tras encajar bien la tapa, comprobando que no pisamos ninguno de los cables, ya podemos apretar los tornillos, evitando forzarlos.
Y de esta manera tan sencilla hemos colocado un interruptor en el cable de la lámpara, a la distancia que nos sea cómoda para encender o apagar.