Si eres de los que te gustan los muebles rústicos entonces, seguramente gran parte de tus muebles sean de madera. Con el paso del tiempo y el uso diario, éstos pueden sufrir pequeños deterioros o rozaduras que restan belleza al conjunto. Si éste es tu caso, la solución es sencilla; somételos a un tratamiento con cera. De esta forma, además de proporcionarles la protección necesaria, conseguirás que luzcan radiantes durante mucho tiempo. Te damos las pautas básicas que debes seguir para limpiar un acabado de cera envejecido y aplicar uno nuevo a tus muebles rústicos
Prepara la superficie
Si nos disponemos a reparar un mueble rústico de madera maciza, es posible que además de capas sucesivas de ceras que se encontraban en mal estado, también tuviese manchas y arañazos en la tapa. Para repararlos necesitarás hacerte con: lana de acero, aguarrás, papel de lija, goma-laca o tapaporos y cera.
Las antiguas aplicaciones que se hayan dado se retirarán con aguarrás. Para ello, empapa la lana de acero y frota en el sentido de las vetas. Con este procedimiento también desaparecerán las manchas superficiales.
Es importante que, a medida que frotas con la lana empapada en el producto, vayas limpiando con un trapo de algodón. Repite esta acción hasta que las antiguas capas estén totalmente eliminadas.
Los arañazos superficiales habrán desaparecido con esta limpieza. Para eliminar los más profundos, lija con abrasivo de grano fino y retira bien el polvo con un trapo limpio. La madera ya está lista para recibir el acabado. Antes de aplicar la cera, sellaremos el poro con goma-laca y lijaremos para que la superficie presente un aspecto liso y pulimentado.
El proceso de encerado
Para evitar una absorción excesiva de la cera, conviene aplicar a la madera que, después del lijado tendrá el poro abierto, dos capas finas de sellante de goma-laca o tapaporos.
Una vez seca la primera, debes lijar con papel de grano fino adaptado para este propósito. Repite la operación dando una segunda mano de sellante de laca.
Aplica la cera en caliente, templándola al baño María, y extiéndela con un trapo suave. Después, frota la veta describiendo círculos y nivela siguiendo dicha veta. Extiéndela bien para que no queden protuberancias. En las zonas difíciles puedes utilizar una brocha. Deja secar la primera capa al menos 12 horas.
Después debes frotar con lana de acero y dar una segunda aplicación. Repite la misma operación, dejando siempre secar entre una y otra. Por último, pule con un trapo limpio que no suelte pelusa para darle a la cera todo su brillo.
Algunos trucos y consejos
Es bueno que sepas que, aparte del aguarrás, en los centros de bricolaje encontrarás productos específicos para retirar con facilidad ceras antiguas y envejecidas. Dan muy buen resultado y son rápidos y eficaces.
Nunca debes limpiar tus muebles encerados con aerosoles comerciales, bastará con que retires el polvo con un paño seco de algodón para que estén radiantes.
La mejor manera de sacar brillo a la cera es metiendo un cepillo de limpiar zapatos en una media de nylon y frotar con fuerza la superficie.
El acabado a la cera es el más adecuado para no restar a los muebles rústicos su naturalidad. Bajo el brillo satinado se puede percibir la calidad y textura de las vetas de la madera. Verás cómo de este modo recupera su aspecto liso, brillante y suave al tacto.