Decidimos darle luz a la pared de entrada, usamos un color maiz clarito de Williams satinado y volvimos a relucir la puerta que ya había dejado de ser blanca, retiramos el tapiz que estaba colgado y lo reemplazamos por un hermoso perchero de pared para que las mochilas, ropa etc...no anden dando vueltas por allí.
A dónde estaba el teclado pusimos una mesa plegable para tomar el té o dejar un libro y las llaves cuando llegan al hogar y para que antes de salir te puedas dar los últimos detalles mirandote a los dos espejos de marco antiguo de yeso. El escritorio y la tabla de planchar fueron removidos hacia otros sectores, para lograr espacio, comodidad y más elegancia a lo que es la entrada. Para combinar con los sillones realizamos un mantel y un camino con las mismas telas.Faltaría pintar con satinado blanco las paredes restantes para lograr mayor prolijidad. Continuará... faltan cambiar las sillas, la mesa...