Llevo unos días de limpieza en casa, pero limpieza de las de verdad, de ordenar, tirar trastos y reutilizar otros, de reubicar muebles y, en general, reorganizar mi nueva vida. Empecé por la cocina y se me ocurrió recuperar una viejo estantería para ganar espacio de almacenaje.
El proceso fue muy sencillo, os diré que lo hice todo en dos horas! Primero di una mano de pintura, cada balda de un color, sin cubrir del todo la superficie. Quería darle un toque desgastado y no me apetecía liarme a lijar mucho, así que di brochazos con poco cantidad de pintura en cada pasada. Dejé secar una hora aproximadamente, y pasé una lija suave para dejar lisa la superficie. Por último, retiré el polvo con un trapo y si una mano de cera transparente para proteger. No os digo más que cuando llegó mi marido a casa, pensó que había comprado la estantería!!
Qué os parece el resultado? Y la combinación de colores?
Un abrazo!!
Fotos: Sara González Carrasco