En este caso veremos el tuneo de un mueble adornado para la televisión, característico de los años 60 por su diseño y por sus materiales. Volvemos a constatar que el principal argumento para un tuneo exitoso es que el mueble tenga buena construcción: la solidez es algo intrínseco que difícilmente podemos reforzar sin alterar la línea del mueble, con medios normales de bricolaje. Si contamos con un armazón robusto, podremos seguir usando el mueble mucho tiempo, incluso aumentando su peso con un mosaico de piedra.
Hace año y medio me decidí a lavarle la cara a mi casa. Barruntaba la idea de hacer un mueble para la tele de mi cuarto, de 29 pulgadas, y necesitaba algo robusto pero que no me ocupara mucho espacio. En esto que mis padres también se animaron a pintar y, claro, los hijos aprovechamos para hacerles una limpia en la casa, que incluía cosas que se iban a tirar y otras que nos íbamos a quedar nosotros. La más notoria fue la dichosa mesa de televisión. La hizo un conocido de mis padres al que apreciaban mucho, y es de hierro macizo con tablas de formica. Mis padres tienen la televisión colgada en la pared desde hace un montón de años, y la mesa estaba con unos cuantos adornos esperpénticos, rodeada de unos maravillosísimos muebles de comedor en madera de nogal.
Así comenzó nuestra amiga una habilidosa campaña de persuasión, con el deslumbrante final feliz que vemos en la foto. ¡Vamos a conocer toda la historia de este hermoso mueble adornado!
¿Quién no ha visto Los Telerines, El hombre y la tierra, Heidi o Los ángeles de Charlie en una tele apoyada en una mesa como ésta?, pregunta nuestra lectora Mamamer. "Es auténtica formica roja canteada con plástico negro, y robustas patas metálicas pintadas en negro plasticoso. Lo curioso es que tenía una bandeja debajo aunque no para el vídeo, no, sino para el clásico transformador de 125 voltios".
Los padres de Mamamer no querían desprenderse de una mesa hecha por un amigo, y entonces nuestra lectora cambió de táctica: les pidió que se la dieran para tunearla, así no se tiraba y el recuerdo de su amigo seguía estando a buen recaudo. "No hubo ni medio problema y la mesa acabó en mi casa".
Nuestra amiga no tenía muy claro el tuneo, de modo que dejó la mesa aparcada, hasta que un día vio en el foro el espléndido adorno en mosaico hecho por Pinturas sobre un mueble de madera. Y le gustó tanto, que quiso hacer lo mismo con el entrañable mueble televisivo de su infancia.
Rápidamente Mamamer inició el acopio de materiales. "Al principio iba buscando piedras de río, y estuve en un invernadero. Eran muy redonditas y no me convencía porque perdía estabilidad toda la base. Luego estuve en una tienda de azulejos pensando poner teselas de las piscinas, pero me parecían muy brillantosas y quería algo más rústico".
"Entonces de casualidad vi en Leroy Merlín unos rectángulos de 20 x 20 cm, de piedras cogidos por detrás con una malla", cuenta nuestra amiga. Son los que vemos en la imagen. "Cada cuadrado venía con un reborde, los corté y adapté como más me gustaba". Para ello, la artista y su marido tuvieron que presentar el mosaico en el suelo, dándole forma para ver cuántas piezas necesitaban.
Con la bandeja inferior había más dificultades, porque no podían poner cualquier tamaño de tabla como en la de arriba, ya que las patas limitan por los lados. "Tenía muchas dudas de qué poner y, al final, volví a Leroy por más piezas, pero se habían agotado y no iban a reponer... ¡¡menuda faena!! Entonces se fijó mi marido en unas piezas parecidas, sin dibujo y con los bordes desiguales. Al final las cogí, y me dediqué a recomponer los bordes para adaptarlos".
"Fue un trabajo de chinos, lo más parecido a un puzzle. Me desesperaba y lo dejaba... al día siguiente volvía y colocaba otras pocas. Así estuve varios días hasta que el trabajo estuvo acabado. La idea de poner el perfil de aluminio tampoco es mía, en Bricomanía recurren mucho a ellos para sus trabajos y son muy socorridos, lo que pasa es que yo pensaba que se podía pintar y pensaba darle el color de las patas. Menos mal que hice una prueba antes, porque no hubo manera de que agarrara la pintura, ni con imprimación, ni rallando el aluminio, ni nada. Por eso lo dejé así".
Aunque la idea no sea original, la perfecta ejecución es mérito de Mamamer y su costillo. De nada sirve el mejor diseño si lo realizamos defectuosamente.
Observaremos que nuestros amigos aumentaron el grosor del soporte, dando al elemento unas proporciones muy armoniosas.
"He tenido mucho dilema a la hora de pintar las patas. Se me ocurrió darle pintura efecto forja de Oxirón, y vi en los foros que había una guerra abierta a ese tipo de pinturas porque contienen mucho metal y son muy contaminantes. Al final me he liado la manta a la cabeza y lo he hecho con esa pintura. Ha quedado precioso y, si bien es verdad que contiene mucho metal, tampoco pasa nada si se usa con moderación. Otro inconveniente con el que me encontré es que el perfil de aluminio no agarra la pintura y lo tuve que dejar así. Tampoco dice mal, ¿no?"
La artista añadió unos topes de goma para que no se estropee el suelo. "Me parece el invento más horrible pero es muy práctico".
"Es la primera vez que hago algo de mosaico y me ha dado mucha satisfacción porque no esperaba que fuera tan resultón. Ha sido un éxito total, a todo el mundo le ha encantado. Ahora, mis hermanos se alegran de que la mesa no hubiera ido a la basura. Espero que dure otros 50 años más (parece ser que la hicieron antes de que yo naciera)".
¡Un trabajo realmente sensacional, felicitamos calurosamente a los dos artistas!