¿Cuántas veces te has cansado de buscar algún mueble o detalle para tu casa y no lo has encontrado? O a lo mejor lo has encontrado pero se te iba de precio, o algún detalle no encajaba (tamaño, color, etc.). A mi me pasa continuamente y no sólo con los muebles sino también con la ropa, los textiles, etc. Cuando se tienen las ideas claras, personalizar muebles es una forma económica de adaptar lo que tienes (o puedes comprar) a lo que buscas.
Siguiendo esta filosofía, he tuneado ya unos cuantos muebles (librerías, muebles auxiliares, mesitas de noche… la lista es larga), así que cuando quise cambiar la mesa para la televisión y no encontraba exactamente lo que quería, me decidí a personalizar el mueble que finalmente compré.
El problema
En primer lugar, el diseño de nuestra antigua mesa de TV me gustaba bastante, tenía algún desconchón pero en general estaba bien conservada. Su principal problema eran las medidas, de largo se ajustaba al espacio que tengo (120 centímetros) pero el fondo de 60 centímetros resultaba excesivo. Cuando la compramos teníamos un televisor de tubo y era necesario que tuviera esos centímetros, pero después de cambiar la TV por una de pantalla plana se puede decir que me sobraba medio mueble.
Cuando el espacio es limitado cada centímetro cuenta y tener 20 centímetros extras entre la mesa de la televisión y el sofá me iba a ahorrar varios moratones en las rodillas, ya que la mitad de veces que pasaba para subir o bajar las persianas, me acababa dando con la esquina de la mesita.
La búsqueda
Encontrar un mueble para la TV con un fondo de 40 centímetros es fácil, encontrar uno que mida como mucho 120 centímetros de largo (no me cabe más) y que además sea bueno, bonito, barato y práctico, ya no lo es tanto.
Para empezar quería un mueble con espacio de almacenaje oculto (puertas o cajones) en el que guardar nuestra colección de películas y series, con líneas sencillas y de color blanco. Básicamente algo parecido a lo que ya tenía, pero todo lo que encontraba similar o era demasiado largo o costaba más de lo que quería pagar.
Uno de los muebles que estaba en mi lista de favoritos era el módulo para TV Besta de Ikea, sus medidas eran perfectas (120 cm x 40 cm) y además contaba con un montón de espacio de almacenaje. Me gustaba su estética pero era excesivamente sencillo, no tenía absolutamente nada. Además el precio de 108 euros me parecía un poco elevado para que lo que era (un módulo con dos puertas). Pero la casualidad quiso que en una de nuestras visitas a Ikea, en la sección de oportunidades, encontráramos un módulo Besta para TV con las puertas en alto brillo de color blancas (ni siquiera les habían quitado el plástico protector) rebajado a 75 euros. El motivo de la rebaja era porque tenía un pequeño desperfecto en una esquina, nada grave que no se pudiera solucionar con un poco de cola de carpintero.
Más contentos que unas pascuas cargamos el mueble en el coche y para casa que nos lo llevamos. Recomiendo siempre pasar por la sección de oportunidades de las tiendas o ver los productos en liquidación ya que podemos encontrar artículos interesantes.
La solución
Ya tenía mi nueva mesa para al televisión en casa, con las medidas que yo quería y un precio interesante, pero seguía siendo un mueble soso y sin nada destacable. Como vendimos la antigua mesa de la TV por 30 euros, pensé en emplear ese dinero para customizar la mesita.
Así que visto y hecho, nos fuimos para un centro de bricolaje y compramos un tablero de pino que luego cortamos con la sierra de calar para ajustarlo al largo de la mesita. Seguidamente lo teñí porque quería un acabado similar a otros muebles que tengo en el salón y por último le di varias capas de cera. En el próximo post publicaré el paso a paso del teñido y encerado de la madera (suscríbete si no te lo quieres perder ¡es gratis!). El resultado final podéis verlo en la siguiente imagen:
Resumiendo, con un mueble comprado en la sección de oportunidades (75 euros), un tablero de pino (14 euros), tinte para madera (13,70 euros) y cera incolora (3,55 euros) he obtenido una mesita para la televisión que cuesta menos que el módulo Besta a precio normal pero con la ventaja de que está personalizado, visualmente es más atractivo y que da la sensación de ser mucho más caro de lo que realmente es. Si además tenemos en cuenta que vendí la anterior mesa de TV por 30 euros y que el tinte y la cera ya los tenía en casa porque me había sobrado de otro trabajo, el coste real de mi mesita para la TV se queda en 59 euros (mueble + tablero de pino – venta mueble anterior) ¡chapó! Así me gusta comprar
Como veis merece la pena personalizar muebles, tanto si ya los tenemos y los queremos actualizar como si compramos uno nuevo. Yo he quedado muy satisfecha con el resultado final ya que he conseguido una mesita para la televisión justo como yo quería y al precio que quería pagar. Además he ganado 20 centímetros más de espacio de paso entre la mesita y el sofá (mis rodillas lo agradecen un montón).
Ya sabes, busca, compara y si no lo encuentras…. ¡DIY! Y si además te ha gustado esta entrada y la compartes, mejor que mejor
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