Nuestro lector Chapucero, un consumado artista de la forja, aborda un trabajo que combina esa técnica con el trencadís. El resultado es una mesa de mosaico espléndida, tan decorativa como funcional, adornada con un estilo de mosaico muy de moda, ideal para jardines y terrazas.
El oficio de la forja está al alcance de un bricolega, y sólo se necesitan unas herramientas sencillas. “Nunca imaginé que sería tan fácil doblar el hierro y desde entonces no he parado”, cuenta nuestro amigo Chapucero. ¡Desde luego ese nick no le cuadra en absoluto! Veamos su labor detallada paso a paso que lo hizo conseguir esta mesa de mosaico.
Nuestro amigo comienza el proyecto por el mosaico. Sobre la base redonda aparecen diversos materiales, que Chapucero romperá en piezas menudas para componer el colorido dibujo.
Esta mesa es un regalo de nuestro amigo para un sobrino suyo, y en el encantador diseño ha reunido símbolos de Navarra y Castilla La Mancha, comunidades respectivas de los novios. "La parte izquierda representa Castilla la Mancha con el molino, y la flor de azafrán a Motilla del Palancar, el Ebro de separación y a la derecha Navarra: el pañuelo rojo con el corazón de los Sanfermines y el cesto con las cerezas de Milagro, las más dulces y gordas de España", explica el artista.
Chapucero tiene ya experiencia con el trencadís, y pronto la composición está terminada. ¡Un gran acierto, nos encanta el alegre dibujo que ha realizado el artista!
En este reportaje explicamos la técnica del mosaico detalladamente.
Comienza la segunda parte, la forja. "Es lo que más me ha costado, pero he disfrutado muchísimo, todo el diseño y la elaboración ha sido disfrutar cada rato que le dedicaba", cuenta nuestro amigo Chapucero.
Esta pieza triangular llevará soldadas las patas, y encima apoyará el tablero de la mesa.
Aquí vemos la fragua del artista. Cuando las barras se ponen al rojo vivo, se sacan y se doblan fácilmente con los utensilios fabricados por nuestro amigo.
El chasis ya tiene soldadas las tres patas. "El adorno que tienen en el centro es comprado, aún no he conseguido hacerlo yo", señala Chapucero.
Una vez calentado el hierro al rojo vivo, es facilísimo doblarlo en espiral, afirma nuestro amigo Chapucero.
Las patas de la mesa, y todo el conjunto de las piezas de forja, ya montadas.
El armazón de forja completo. En la parte inferior vemos que las patas están unidas por tres barras, que aumentan la solidez de la estructura. Estas piezas, de sección redonda, van trenzadas a las patas.
¡Trabajo concluido! El sobrino de Chapucero estará encantado con el sensacional regalo de boda. Una mesa perfecta, "para tomar el té, el mate, y lo que sea, en verano a la sombra y en invierno al sol", dice nuestro amigo.
¿Te animas a intentar hacer un diseño sencillo de forja?