Nuestro lector Santiperez, que tiene gran solvencia en trabajos de albañilería, nos presenta una reforma del máximo interés. La familia necesitaba más espacio en la sala de estar, por lo que, después de meditar varias opciones, decidieron ‘anexionarse’ la terraza. Santiperez ejecutó personalmente la obra completa, con la supervisión y el apoyo de su mujer. Una vez englobada la terraza en el salón, nuestro amigo completó la reforma de manera espectacular, instalando una preciosa chimenea. El conjunto del proyecto es una obra ejemplar con infinidad de enseñanzas valiosas, que veremos detalladamente a continuación.
La casa de Santiperez es un dúplex, que tiene en la planta baja el salón y la cocina. El cuarto de estar se les quedaba ya insuficiente porque su hija se está haciendo mayor, y necesitaban un poco más de espacio. La solución que decidieron los papás fue poner la terraza en el salón.
"La terraza estaba cubierta por una pérgola", explica nuestro amigo, "que hacía también las veces de terraza superior de nuestro dormitorio. Queriendo aprovechar la madera y vigas que son de sapely, muy duro y resistente, lo que hice fue acomodar la obra a la pérgola".
Santiperez comenzó la faena levantando una pared de bloques de hormigón en la parte exterior de de la pérgola, para dar apoyo a la estructura una vez quitadas las patas que la soportan.
Una vez construido el muro, nuestro amigo lo apuntaló hasta que el hormigón de las uniones fraguase por completo. Seguidamente quitó los pilares delanteros de la pérgola, así como la travesera frontal.
"Hecho esto encofré un pilar en la parte de atrás y coloqué la travesera de la pérgola apoyada desde este lado a la pared nueva, para que me sirviese de apoyo y a la vez de premarco para los ladrillos de cristal que irían en la parte superior, y para la puerta que se colocaría después".
"En el interior le di a las paredes una primera mano de mortero con impermeabilizante", explica Santiperez.
A continuación, nuestro amigo abrió en la pared las rozas necesarias para la instalación eléctrica.
Una vez hormigonado el techo, nuestro amigo desmontó la puerta corredera de su antigua ubicación para colocarla en su lugar definitivo.
"Al techo le pusimos planchas de pladur con fibra de vidrio para insonorizar entre viga y viga, dejando así las vigas a la vista".
Una decisión muy acertada estéticamente, como luego comprobaremos.
"El fallo vino en que no cubrí las vigas y las manché de masilla de pladur", cuenta Santiperez, "y para quitarla hubo que recurrir a la lijadora". Pero no hay mal que por bien no venga: "así aproveché y les di un poco de nutriente y barniz".
Seguidamente, nuestro amigo convirtió el hueco que había dejado la puerta retirada en un pequeño arco, que daría paso al salón.
Terminada satisfactoriamente la primera parte del proyecto, Santiperez aborda la segunda fase, la chimenea.
"Fue un regalo de un amigo, la había desmontado de su casa nueva y yo me la quedé. Estaba en unas condiciones pésimas ya que venía oxidada y manchada de restos de mezcla y pintura. Nada que una buena mano de lija y pintura anticalórica no arreglase, y así quedó".
"Lo peor fue el montaje ya que nunca vi como estaba montada y no disponía de planos", recuerda Santiperez.
"Estaba conformada por varias piezas prefabricadas de piedras y mortero, y fue una verdadera odisea saber cómo iba y montarla". Finalmente, la tenacidad de nuestro amigo alcanzó el resultado apetecido.
"La chimenea no traía repisa de madera, así que aproveché las patas de la pérgola para ello. Una vez cortadas a la medida, lijadas, nutridas y barnizadas, nos decidimos por montarlas en escalera para darle un aire diferente".
Un oportuno reciclaje con espléndidos resultados, como podemos ver.
"La campana la realicé con pladur ignífugo y puse el suelo de imitación parquet ya que el resto de la casa lo tiene, pero aquí no nos atrevimos a ponerlo tan cerca del fuego, así que optamos por la imitación en cerámica que no queda tan mal. Pintamos todo en blanco, pero no nos gustaba como quedaba y pedimos la opinión de un amigo interiorista, quien nos dio la idea de colocar piedra en una de las paredes y pintar las otras, en rojo inglés la nueva y blanco roto las restantes. Y así quedó".
¡Un proyecto realmente sensacional, felicidades!