Hoy les traigo un proyecto totalmente diferente a la linea del blog, no vengo con ninguna restauración, este proyecto se realizó desde cero. Pero me hizo tanta ilusión realizarlo que me gustaría compartirlo con ustedes.
Hace ya algún tiempo que me vuelven loca este tipo de plantas, por su tamaño, por el calado que tiene sus hojas y por lo elegante que son.
Comencé dibujando una hoja en cartón piedra para realizar la plantilla, y traspasarla a la madera de Sipo. Fueron varios trozos de tablas de madera previamente encoladas.
Y empecé a cortar con la caladora.
No fue fácil llegar a todos los rinconcitos de los calados, pero poco a poco entre caladora y a mano pude llegar.
Hubo una parte del encolado que se despegó, pero la madera es muy agradecida lo volví a encolar y seguí con el trabajo.
También realicé agujeros con brocas para realizar los huecos del calado central.
Con una radial y un disco de lija gruesa de 1000 hojas comencé redondeando los extremos, marqué con tiza las partes que quería mas elevadas y otros más hundidas, para crear movimiento.
Con la radial marqué el centro de la hoja, quedando así realzada la vena central. Y con una dremel comencé con los pequeños detalles de los huecos centrales.
Es difícil decidir cuándo terminar una obra, pero en este punto ya comencé a lijar, y lijar, y lijar Inventando muchas maneras de llegar a todos los rincones y recovecos. Desde las lijas mas gruesas a las mas finas.
Apliqué barniz incoloro satinado al agua.
Podría haberlo dejado tal cual, pero decidí añadirle resina dentro de los agujeros centrales, con el fin de que quedara un acabado cristalino que dejara pasar la luz a travez de la resina.
Así que le di la vuelta y comencé colocando acetato con recortes de viejas radiografías y cinta americana.
Volví a darle la vuelta y realicé en un bote a parte, una mezcla de resina transparente, a la que le añadí pigmentos verdes, azules y un poco de amarillo. (Siento no poder dar las cantidades pues los realicé al ojo)
Una vez contenta con el color le añadí el 2 % de secante que lleva esa resina.
Hay que actuar rápido, y poco a poco añadí la mezcla a cada agujerito.
Después dejé secarlo bastante tiempo, un par de días para asegurarme, y removí el acetato de la parte de atrás.
Quedó un verde agua precioso!!
Le volví a dar la vuelta, esta vez para ponerle un sistema de luz LED autoadhesivo recargable y los tres soportes para colgarlo en la pared de manera que quedara un tanto despegado de ella.
No podía esperar más para poder colgarlo.
Y este fue el resultado, aunque es posible mejorar, yo quedé encantada.
Gracias a mis compañeros de la Escuela de Arte Pancho Lasso.
A Miguel por ayudarme en el trabajo, y animarme a seguir, y ser mi fotógrafo personal.
A Yeyo, por siempre estar atento y echarme una mano con las horas de lijado... que no fueron pocas!
A mis profesores Chedey por todos los consejos y a Norman por ayudarme con la resina.
En fin, que espero que les haya gustado, muchas gracias por la visita y nos vemos en el próximo Trasto con Arte!!
Pd: En algún momento les expondré como realicé la restauración de este extraño mueble de madera maciza que fue hecho a mano.
Saludos!!