Aparador Restaurado
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Bueno, hoy vengo a enseñarte un mueble que restauré con muchas ganas e ilusión.
A ver, que te puedo contar de este mueble... pienso que pudo ser un aparador, como un mueble de entrada. Definitivamente es un mueble hecho a mano.
Así se encontraba el pobre, tenía una pinta que daba miedo verlo... Pero, al mismo tiempo, me daba buenas sensaciones y sabía que tenía un potencial tremendo!
De madera maciza, posiblemente madera de pino, y puede que se haya usado, una mezcla de otras maderas para completarlo.
El mueble no tiene gran decoración, pero con forma de trapecio. Consta de una pieza central, y a sus lados unas estanterías para poderlas visualizar desde los laterales, con unas columnas talladas de una forma muy abrupta.
Conseguí este mueble por medio de una aplicación de segunda mano, me costó 80 €. Mide 84cm de alto, 1,72cm de largo, 49cm de fondo.
La información que me dio del vendedor fue que la adquirió trabajando de albañil. Pertenecía a una antigua casa que iban a derrumbar, reconstruir y remodelar completamente, en un pueblito de Lanzarote llamado Femés.
Nadie quería el mueble y yo caí rendida de sus encantos... Jajajaja!
Fue un mueble muy castigado, golpeado, mordido y manchado por el tiempo. Aunque nunca fue atacado por la carcoma, puede que sea porque estaba recubierto de una especie de betún grasoso que podría ser petróleo. Y el color tan oscuro que tenía.
Manos a la obra! Comencé como siempre, limpiando las capas de suciedad con una mezcla al 50 % de alcohol de quemar y aguarrás, que frotaba con lana de acero al sentido de la veta y posteriormente limpiaba con un trapo.
Después comencé a quitar mucho más con decapante, lo aplicaba, esperaba unos 10 minutos y luego lo raspaba.
A ver, nunca pretendí dejarlo completamente nuevo, pero ya se veía gran cambio.
Tuve mucho trabajo realzando la madera, pero no tuve gran mérito, ya que solo era cuestión de limpiar lo ennegrecido y dejar la veta vista al natural.
Una vez limpio todo el mueble, le apliqué un tratamiento anticarcoma, para protegerlo de futuros ataques de xilófagos.
De ninguna manera iba a pintarlo, puesto que así, al natural es como realmente se aprecia su rareza, con sus arañazos e imperfecciones.
Le apliqué un barniz transparente al agua con acabado a la cera. Con esto, la madera se hidrató y elevó el tono, con un aspecto más cálido y adquirió un brillo satinado.
Añadí una cerradura a la puerta, con su llave, ya que había una pequeña placa con la bocallave, estaba el hueco para ello.
En su interior, añadí una balda en el medio, para aprovechar su espacio.
Que te puedo decir... la imagen dice más que mil palabras.
Si quieres ver como realicé la Lámpara Hoja de Madera Tallada pincha aquíMuchas gracias por visitar mi blog y nos vemos en el próximo trasto con Arte!