"Aprovechando algunos días libres que he tenido, me puse la tarea de restaurar un cabecero viejo de madera que compré de segunda mano", cuenta la forera Nuba. ¿Te animas a seguir su ejemplo en Semana Santa? Un cabecero nuevo es un proyecto ideal para un fin de semana largo, y con ayuda de nuestra amiga podrás realizar el tuneo exitosamente.
Puedes conseguir un cabecero antiguo comprándolo en un anticuario, también ‘cogiéndolo prestado’ en casa de tus padres, sin descartar que por un golpe de suerte encuentres uno abandonado en espera de un nuevo hogar. El trabajo consiste en restaurar un cabecero viejo y convertirlo en un cabecero moderno, elegante, luminoso y juvenil. ¡Vamos a verlo!
"La chapa de madera del centro me parecía un horror", señala Nuba. "El cabecero irá pintado y el centro tapizado, así que primero comencé por lijar la madera para darle después imprimación. Las partes lisas las lijé con taco de lija y la zona tallada con esponja que es más blandita. Después apliqué dos capas de imprimación acrílica blanca con brocha en las zonas lisas y pincel de punta redonda en la parte tallada".
Para comenzar a restaurar un cabecero viejo, lo primero que tenemos que hacer es lijar la superficie muy suavemente al menos dos veces. Cuando ha secado lija de nuevo, y entonces aplica la pintura. "La zona central la dejé sin pintar pues después irá tapizada".
"Apliqué también dos manos de pintura acrílica blanca, lijando suavemente entre mano y mano". Aquí vemos el resultado después de la primera fase del tuneo.
"Desgasté los bordes y zona tallada ligeramente con lana de acero no muy fina", explica nuestra amiga. "Finalmente apliqué cera incolora con pincel que dejé secar mientras realicé el tapizado de la zona central, y después le saqué brillo con un trapo".
"Uní dos trozos de papel pintado antiguo que tenía por casa, lo puse encima del cabecero y con los dedos fui apretando con cuidado para marcar el borde de todo el cabecero y sacar una media plantilla. Después de pasar los dedos por todo el borde queda así y ya se puede recortar".
"Se dibuja con la plantilla la forma en una plancha de goma espuma de 2 cm de grosor, de densidad blanda. Se recorta con las tijeras. No se deja nada de margen".
A continuación, indica Nuba, "se presenta la goma espuma sobre el cabecero y se pega toda la zona central, yo lo hice con una pistola de cola caliente, pero también puede usarse pegamento".
"Se aplica cola caliente en la zona superior del canto de la goma espuma y se dobla hacia abajo, pegándolo a la madera y dejando 0,5 - 1 cm de distancia entre la espuma y el borde del cabecero".
"En este espacio sin espuma", aclara nuestra amiga, "después se grapa la tela y se coloca un galón. La zona superior del canto de la goma espuma queda pegada a la madera y la inferior escondida hacia dentro, así no quedan irregularidades. Hay que presionar durante unos segundos la zona, yo utilicé una chapa vieja para no quemarme los dedos porque la cola sale ardiendo".
El consejo de la artista: "Es mejor trabajar en pequeños tramos, porque si no la cola se enfría y no pega bien".
Aquí ya estaba pegada toda la espuma, cubriendo la chapa de madera que tanto horripilaba a nuestra amiga.
¡El trabajo avanza a muy buen ritmo! Una vez forrado el cabecero con gomaespuma, nuestra amiga Nuba monta la tela que había escogido. "Corté un trozo de tela teniendo en cuenta que sobren unos centímetros por cada lado para luego poder doblar hacia adentro. Esta es de IKEA, me salió muy bien de precio y, además, es bastante buena",
"Empecé a grapar la tela por el centro en la parte inferior y tensé para grapar en la parte superior. Al tener rayas hay que tener cuidado al estirar y grapar para que no se tuerzan. Después fui grapando todo el contorno, es un trabajo bastante sencillo, sólo hay que tener en cuenta que la tela no quede floja y que no se tuerza el dibujo".
Nuestra amiga utiliza como vemos una grapadora manual específica para trabajos de tapicería. "Las grapas están colocadas un poco a mi manera, pero luego irán tapadas", explica Nuba.
"Antes de pegar el galón, saqué brillo a la cera, que ya está seca, con un retal de la misma tela. Con la pistola de cola fui pegando el galón encima de las grapas en todo el contorno. Vosotros probablemente lo haríais hacia la derecha, pero yo soy zurda. Esta pistola es muy agradecida, es barata, fácil de usar y pega al instante, queda genial".
"En las esquinas hago un pequeño pliegue y le doy un puntito de cola para sujetarlo. Presiono para fijarlo, y continúo pegando hasta el final".
¡Y aquí vemos el espléndido cabecero, colocado ya en su habitación! Nuestra amiga Nuba ha realizado un tuneo magistral, enseñándonos un recurso muy efectivo para sacar todo el partido a una pieza antigua y pasada de moda. "Te ha quedado como nos esperáramos, precioso, cálido, romántico", la felicita Olma.
¿Qué te ha parecido el trabajo de Nuba?