Si quieres iniciarte, una buena opción es dirigirse a los talleres especializados, donde podrás adquirir un coche antiguo en aceptable estado de conservación para que te atrevas a restaurar un coche clásico tu mismo. Los consejos de los expertos te servirán de brújula en una afición apasionante como pocas.
Un lugar adecuado para trabajar
La tarea va a requerir un lugar apropiado durante largo tiempo. El recurso habitual para restaurar un coche clásico es el garaje de casa, que debe mantener un nivel bajo de humedad para evitra la destructiva corrosión en las carrocerías antiguas. Un deshumidificador prestará valiosos servicios, sobre todo en los meses lluviosos del invierno.Los expertos siempre recomiendan que el taller mecánico disponga de foso, algo muy poco frecuente en los garajes caseros. Como alternativa, podemos recurrir a una plataforma de elevación, si la altura del techo lo permite. En el oficio de mecánico se hace imprescindible una cajonera rodante, para tener a mano junto al coche las herramientas y los repuestos.
Documentarse a fondo sobre el modelo
La primera tarea es documentarse bien sobre el vehículo que vamos a restaurar, averiguando todo lo que podamos sobre los detalles de fabricación, los posibles cambios en modelos sucesivos, las aleaciones empleadas, los adornos originales... En esta etapa, la ayuda de Internet es realmente apreciable.Ya que la restauración de un coche requiere desmontarlo y volverlo a montar, debemos tener un informe puntilloso del vehículo concreto antes del proceso. Es la segunda fase de la documentación, y la realizaremos nosotros mismos tomando fotos exhaustivas de la carrocería y el motor, para saber luego dónde iba cada pieza.
Orden y meticulosidad
Quienes han desmontado un humilde ciclomotor conocen el aluvión de pequeñas piezas que genera esa operación. !Podemos imaginar lo que saldrá de un coche! Hay que empezar la tarea bien provistos de rotuladores, etiquetas y bolsitas de plástico, para ir clasificando tornillos, arandelas, tuercas y otros elementos menudos,después de lubricarlos.En esta fase, las pequeñas cámaras digitales son una ayuda indispensable. Se manejan con una sola mano, y sin el menor engorro podemos ir fotografiando cada parte del motor y los componentes retirados, para efectuar el montaje sin vacilar cuando llegue el momento. Y las fotos nos servirán también de catálogo en la búsqueda de repuestos.
En primer lugar, la parte mecánica
La restauración tiene dos grandes apartados: mecánica y carrocería. La regla de oro es empezar desde dentro hacia fuera, no al revés. El motor debe funcionar aunque sea a una modesta velocidad de paseo, de nada sirve una joya flamante abandonada en un rincón para que vuelva a deteriorarse. Conseguir los repuestos originales es un criterio esencial. Nuevamente el apoyo de Internet será de gran ayuda para localizar en cualquier sitio del mundo ese cromado, esa rejilla, esa emblemática figura sobre el radiador. !No hay que desesperar! El buen restaurador debe desarrollar grandes dosis de paciencia.El trabajo con piezas de metal
Debemos ante todo analizar minuciosamente los deterioros de la carrocería y eliminar el óxido. Para reemplazar piezas insalvables se utiliza chapa de acero al carbono de la mejor calidad, con aleación de estaño a ser posible. Normalmente la chapa de los vehículos antiguos es de 2 milímetros, si bien los pesados coches americanos llevan carrocerías de hasta 4 mm de grosor.En tu taller mecánico necesitarás un soldador de buena calidad, así como un yunque y un lote completo de martillos, ya que a menudo gran parte del trabajo consistirá en reemplazar piezas metálicas. Finalmente, hacemos hincapié en la valiosa ayuda de los foros especializados, que como tantas veces han impulsado un hobby permitiendo comunicar al instante dudas y consejos.